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¿Y si hubiera desabasto de la fibra óptica?

La falta de ciertos materiales y los problemas logísticos generados por la pandemia han aumentado el costo de la fibra óptica y podrían generar escasez en este tipo de cables.

En poco menos de una década, las necesidades de conectividad en el mundo tuvieron un incremento exponencial, con un boom definitivo tras el confinamiento por COVID-19. La internet, los servicios de telecomunicaciones y la transformación digital impactaron cada rincón en las esferas del trabajo, la educación y las actividades cotidianas y se transformaron en una necesidad ineludible.

Óscar León

Este parteaguas en la dinámica mundial y regional (de la mano de conflictos como el de Ucrania-Rusia y otras coyunturas mundiales) ha provocado fuertes cambios en industrias y cadenas de suministro, provocando desabastos importantes que desbalancean el mercado, en el cual la adaptación rápida y la resiliencia son claves para empresas y gobiernos.

La crisis de transporte y logística de materias primas, medicamentos o la escasez de chips son un excelente ejemplo de referencia. Me atrevo a decir, sin duda, que no estamos exentos de la amenaza de una potencial crisis de desabasto de fibra óptica en Latinoamérica, que impactaría a lo largo y ancho de la región.

Ante los muchos desafíos que el mundo está enfrentando, las telecomunicaciones siguen en el ojo del huracán pues la demanda por las necesidades de conectividad se ha disparado. Y no parará. La modernización de redes de comunicación y el acceso a internet para toda la población es ya fundamental por el impacto probado en la educación, las industrias y el desarrollo económico de cualquier país o ciudad. Incluso, de cara a los nuevos paradigmas de la era de la conectividad, como los recientes despliegues de redes móviles 5G, el tan ansiado y complejo metaverso, la internet de las cosas, las nuevas plataformas de contenido y videostreaming, la nube híbrida o el mismo WiFi6, entre otros.

Pero, nos hemos puesto a pensar: ¿qué pasaría si en Latinoamérica comenzara a faltar también el insumo clave que hace posible la comunicación y la conexión?

Según medios como el Financial Times, el mundo se enfrenta a una escasez de cables de fibra óptica, lo que hace que los costos se disparen. Las regiones más afectadas por la escasez de fibra son Europa, China e India. Datos recientes de la empresa de información comercial Cru International señalan que el consumo de cable de fibra óptica crecerá un 8,1 % en la primera mitad de 2022.

Sorprendentemente, nunca nos detenemos para reconocer que esa “sencilla” fibra óptica es el poderoso medio de transporte que hace posible que la luz viaje y transmita voz, datos y videos a velocidades cada vez más rápidas. Es decir, que esa pequeña parte es responsable de que se pueda hacer una videollamada al otro lado del mundo, usarla en sistemas electrónicos de seguridad, que un nuevo cable submarino en el fondo del mar pueda conectar continentes, permitir realizar cirugías mínimamente invasivas a través de un endoscopio médico, o hacer diagnósticos a través de las fotografías que el cable óptico toma de nuestro organismo.

La fibra óptica, y el propio cable de fibra óptica en sus diversas aplicaciones, no es una cosa simple de fabricar. Elementos muy especiales como la aramida, el aluminio, arenas especiales, gases pesados como el helio –que aumentó de precio un 135 % en comparación con marzo del 2021– y el tetracloruro de silicio, elemento fundamental para la producción, han incrementado su costo total hasta en 50 % a causa de los cierres y cambios en plantas en EE.UU. y Rusia.

Así pues, la escasez de componentes y la creciente necesidad de conectividad son una mala combinación. Según cifras recientes, a nivel mundial se estima que el kilómetro de cable de fibra óptica ha pasado de USD$3,67 a USD$6,24, un salto de 70 % adicional frente a los precios de marzo de 2021. Y, más complejo aún, los plazos de entrega en general se han duplicado: para algunos fabricantes llegan a ser de 20 semanas a un año, con posibles costos extra según factores externos variables.

Frente al reto de garantizar el abasto de cables de fibra óptica en Latinoamérica, Prysmian Group está realizando inversiones en investigación y desarrollo, y en plantas productivas de fibra óptica local en México y Brasil. Además, hemos logrado el balance de una cadena de suministro cada vez más diversificada –con dual o triple sourcing– y nos hemos enfocado en la calificación de proveedores de materia prima, en línea con los objetivos de sostenibilidad de la empresa (ya contamos con más de un centenar de nuevos proveedores calificados, sobre todo en Medio Oriente, España, Turquía, Alemania, India, China, Malasia, Baréin, Omán y Venezuela). De igual forma, hemos definido nuevas rutas de distribución y flujos marítimos para mantener un óptimo nivel de entregas al mercado y cumplir los compromisos actuales y venideros.

En el caso de América Latina, la demanda de los cables de fibra óptica se ha proyectado a tal escala que, a inicios de 2023, se inaugurará la expansión de nuestra segunda planta de producción de fibra y cable de fibra óptica en Durango, México, abriendo más de 80 nuevas plazas.

Esta creciente ola de conectividad tiene ya objetivos que cumplir en los próximos años: reducir la brecha digital, acelerar la conectividad en zonas de difícil acceso y desplegar redes de alta velocidad, propósitos que, de concretarse, nos llevarán a una nueva era digital de comunicación nunca antes vista.

Sobre el autor: Óscar León es director de Compras para Latinoamérica en Prysmian Group, responsable por la estrategia de sourcing para 15 plantas dedicadas a la fabricación de soluciones de cableado para la industria de energía y telecomunicaciones. Cuenta con más de 25 años de experiencia trabajando para empresas multinacionales en industria aeroespacial, médica, electrónica de consumo y automotriz, donde laboró en áreas de compras, fusiones y adquisiciones corporativas con énfasis en planeación estratégica, flujo de caja, gestión de productos y precios, desarrollo de proveedores y programas de sostenibilidad.

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