Laurent - stock.adobe.com

Qué es la inteligencia aplicada y cómo está cambiando los negocios

La inteligencia aplicada implica aplicar IA y ML a problemas comerciales específicos, junto con los conocimientos y las acciones comerciales, para obtener resultados puntuales, explica FICO.

Históricamente, los negocios en general se mantienen en franca evolución; es parte de su existencia. Pero es indiscutible que desde la pandemia dicha evolución ha sido notoriamente más acelerada, impulsada sobre todo por la transformación digital; es decir, la necesidad no sólo del compromiso digital con los consumidores, sino también de las operaciones digitales, que cambian la forma en que los engranes organizacionales funcionan.

Con todo, al observar las iniciativas de transformación digital que se han implementado a nivel mundial (mismas que han significado una inversión de $1.300 millones de dólares), vemos que existe una altísima tasa de fracasos, que llega de hecho al 70 %. Y es que todos estamos corriendo hacia un determinado resultado, usando el aprendizaje automático y la inteligencia artificial, pero muchas veces sin las bases correctas.

Bill Waid

Prepararse va más allá de sólo contratar a algunos científicos de datos y poner en marcha flujos de datos aplicados al aprendizaje automático (Machine Learning o ML) y otras tecnologías: se necesita gobernabilidad, transparencia, adaptación a la forma en que opera el negocio, visualización acerca de cómo se impactará la operación y los procesos, y mucho más. Las máquinas son excelentes herramientas para informar a una empresa sobre cómo pueden mejorar, pero siempre requieren un marco sobre el cual trabajar. La instrumentación de todo esto es clave para el éxito de las iniciativas de evolución en las compañías.

Es en este entorno donde surge el concepto de la inteligencia aplicada, el cual se comprende mejor dando unos pasos hacia atrás. Desde que estoy en el mundo de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (los años 80), uno de los cambios más relevantes ha sido esta oportunidad de vanguardia. Por décadas, estas tecnologías se han aplicado a problemas comerciales, pero ahora lo que es ideal es tomar dichas herramientas y aplicarlas a problemas comerciales muy específicos, combinarlas con la acción comercial y el conocimiento, y luego impulsar resultados particulares en un sistema operativo, y eso es la inteligencia aplicada.

El motivador real para hacerlo es el rendimiento real de la empresa, que permite establecer la conexión, pues cuando se puede llevar verdaderamente la capacidad de la máquina al terreno de lo humano, uniendo tecnología y personas, es donde se manifiesta en realidad el aspecto “aplicado” al que hace referencia Gartner al señalar que, si una empresa no está obteniendo el beneficio completo de sus inversiones en IA y ML, probablemente se deba a que no ha integrado la capacidad de tomar medidas y aplicar la toma de decisiones.

Actualmente, la magia de los negocios está justamente en llevar la inteligencia de decisiones al jardín delantero del negocio, donde están los consumidores, ya sea para conformar la visión 360 del cliente o para optimizar precios, detectar fraudes, etcétera. Porque, con el hilo de la inteligencia aplicada en la mano, los negocios pueden cambiar el juego de manera significativa, enhebrando todo el camino, desde el análisis hasta las operaciones.

La popularidad de este concepto está impulsada por el hecho de que hay éxito comprobado al emplear la inteligencia aplicada para procesar grandes volúmenes de datos. Es cada vez más común encontrar organizaciones que, en un año, pueden llegar a mover entre 200 terabytes y 200 petabytes de datos al mes, y la capacidad para manejar todo ese flujo de información de la mejor manera verdaderamente requiere técnicas analíticas inteligentes y automatizadas.

Ahora bien, en este contexto, un elemento que es crucial para triunfar en la estrategia es el enfoque de plataforma, en lugar de contar con tecnologías independientes que no se comunican. Dado que tener una visibilidad total del negocio requiere hacer múltiples cruces entre las diferentes áreas y necesidades del negocio, y ante la creciente cantidad de datos, lo que en realidad funciona es una plataforma que reúna tecnologías de inteligencia de decisiones, inteligencia artificial e inteligencia aplicada, que unen mucho de lo que involucra lograr que el análisis cobre vida y la acción sea más fácil de abordar, al ser capaces de conectar los diferentes componentes clave en tiempo real.

Un mundo de nuevas oportunidades

Lo más interesante de la implementación de una plataforma robusta de inteligencia aplicada es el enorme campo de acción que trae a los negocios. Es decir, la diversidad de casos de uso es muy grande, cubriendo prácticamente cualquier tema relacionado con la rentabilidad del negocio y la participación de los clientes, por ejemplo, para impulsar su acercamiento a los canales digitales (si nos vamos a lo específico), pero en realidad lo que facilita es una toma de decisiones y resultados más inteligentes que, a la postre, resultan en ganancias comerciales.

El cómo se llega, mediante la inteligencia aplicada, a la meta de incrementar las ganancias es directamente proporcional al tipo de industria: mientras que en el mundo del transporte se relacionará con visualizar cómo llevar los materiales correctos al lugar preciso en el momento adecuado y por la mejor ruta, con el objetivo de satisfacer las demandas de los consumidores, para una aseguradora puede ser más acerca de cómo determinar el producto adecuado para cada cliente, cómo atenderlo, cómo capitalizar el riesgo, cómo procesar las reclamaciones, etcétera, con un enfoque directo en la rentabilidad del negocio.

Con todo, a pesar de las diferencias entre uno y otro ejemplo, podemos decir que el valor comercial que obtienen las empresas al tomar ventaja de la inteligencia aplicada es muy similar en todos los casos: agilidad y velocidad de mejora. Porque al aplicar el principio analítico a las decisiones que se toman, aprovechando los datos con que se cuenta, las empresas podrán llevar a cabo los cambios necesarios más rápidamente, lo cual es muy valioso en el mundo digital y colaborativo en que nos encontramos.

El factor clave de la permanencia de la inteligencia aplicada es que realmente puede hacer que el negocio se beneficie al tener claridad sobre lo que está sucediendo y, sobre todo al tener la confianza de que será capaz de predecir y comprender cuál será el siguiente resultado de sus iniciativas, con total transparencia. Por lo que visualizamos para el futuro de las organizaciones, es factible estimar que aquellas que no se apresuren a tomar ventaja de este nuevo concepto podrían quedarse atrás, sin más remedio que observar cómo sus competidores continúan avanzando por la carretera actual de los negocios de cara hacia un futuro prometedor.

Nota del editor: El artículo fue editado por claridad y estilo.

Sobre el autor: Bill Waid es director de Tecnología y Productos de FICO, donde dirige el desarrollo de FICO Platform. Anteriormente, fue director general de Sistemas de Gestión de Decisiones en FICO, ayudando a las empresas a adoptar soluciones de análisis, toma de decisiones y optimización que identifican y actúan sobre conocimientos predictivos únicos, en tiempo real. Comenzó su carrera como ingeniero en Neuron Data y Blaze Software. Es ingeniero civil por la Universidad de Lehigh.

Investigue más sobre Inteligencia artificial y automatización