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La nube y su poder de transformación
La nube es un aliado poderoso para la transformación de las empresas, pero aprovechar sus beneficios conlleva utilizarla de forma justificada, conocer bien la tecnología, aprovechar la infraestructura legada y asegurar todo el proceso.
Las empresas en el mundo voltean cada vez más a la nube para optimizar sus negocios, conseguir ahorros y asegurar la disponibilidad y el volumen de información que generan. En México, la historia es similar: la firma de análisis IDC señaló que, entre 2020 y 2021, la inversión en la infraestructura de computación en la nube en el país se incrementó 35 %.
Para Latinoamérica, la consultora Gartner también anticipa que, para 2025, el 80% de las empresas habrán migrado de los centros de datos locales a las soluciones de alojamiento en nube. El punto medular para conseguir estas expectativas está en hacerlo bien, con conocimiento, aprovechando la infraestructura legada, con seguridad, con resiliencia y con una justificación de la mano de los expertos.
Una de las dificultades para planificar en tiempos turbulentos o en situaciones en las que el futuro es incierto es justificar inversiones importantes. Trasladar una carga de trabajo clave es una inversión con costo y riesgo, donde la seguridad es siempre una preocupación, y puede serlo aún más con tecnologías nuevas y menos comprendidas. A eso hay que sumarle las cuestiones normativas y de cumplimiento.
El problema para las empresas es confiar en sacar las cargas de trabajo, como las bases de datos, de su infraestructura tecnológica física; evalúan constantemente que merezca la pena. Hacerlo de manera correcta conlleva lograr un acceso eficaz a los datos, donde el paradigma es que las organizaciones se transformen, planifiquen y optimicen las personas, los procesos y la tecnología.
En una encuesta realizada por Kyndryl entre tomadores de decisiones a escala global, los entrevistados señalaron que esperan avanzar hacia mejores formas de gestionar su infraestructura. Su interés por los modelos nativos de la nube y las iniciativas empresariales tienen como objetivo transformar sus operaciones.
Las arquitecturas de las aplicaciones tecnológicas han pasado de los modelos tradicionales por niveles a sistemas mucho más interconectados. Por su naturaleza, esta expansión crea estilos de despliegue híbridos, pero no siempre cambia los sistemas de gestión que maximizan la eficiencia y la productividad.
Las organizaciones necesitan ser capaces de estandarizar la forma en que se consume su infraestructura para reducir la fricción operativa y aumentar la velocidad de desarrollo e innovación. Los tomadores de decisiones deben identificar esas necesidades de mercado, deben entender qué hace la empresa, qué se hace en otras regiones e incluso tropicalizar soluciones ya probadas o las mejores prácticas.
En el último año se ha optado por modelos más nativos de la nube; es decir, las organizaciones están migrando sus aplicaciones desde la perspectiva de aplicaciones monolíticas, legadas y anticuadas que están adecuando para que respondan a los ofrecimientos nativos que entrega la nube.
La nube, sin duda alguna, ha revolucionado la forma en que las empresas y los individuos almacenan, procesan y acceden a la información. Al permitir un acceso remoto y una escalabilidad casi ilimitada, la nube ha hecho posible que incluso las pequeñas empresas y las personas con recursos limitados puedan aprovechar al máximo la tecnología informática. Además, la nube ha mejorado la seguridad de los datos al permitir el cifrado de extremo a extremo y la implementación de medidas de seguridad de última generación.
En resumen, el cómputo en la nube ha demostrado ser una herramienta poderosa y valiosa para aquellos que buscan una solución flexible y escalable para sus necesidades de informática.
Sobre el autor: Jhon Christopher Arias es líder de la práctica de Cloud en Kyndryl México, rol orientado a desarrollo de ofrecimientos y soluciones de nube para clientes en la región, diseñando y habilitando soluciones de consultoría, migración y entrega de servicios en nube híbrida. Es ingeniero de Sistemas por la UNEFA e inició su camino profesional en IBM Venezuela como Programador AS400, para luego pasar a Coca Cola FEMSA Venezuela. Luego trabajó como arquitecto de soluciones SAP en empresas como Ferromex, HPE e IBM México.