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La nube híbrida, una estrategia corporativa para el manejo de datos
El adecuado uso combinado de las nubes pública y privada puede ayudar a una empresa a reducir costos, optimizar recursos, agilizar operaciones y ser flexible para escalar cuando así lo requiera, señala CommScope.
Desde el surgimiento de las “nuevas tecnologías”, la cantidad de aplicaciones, sistemas, requisitos comerciales diversos y datos que transitan en las redes solo ha ido en aumento. Ahora los equipos de TI en las empresas requieren herramientas que no solo ofrezcan almacenamiento, sino que también respalden, protejan y ayuden a administrar los volúmenes de información según su importancia para las empresas.
La nube pública y privada, además de la computación perimetral y los modelos y PaaS/SaaS, brindan a los directores y técnicos de informática mayor control sobre esta problemática. Ante esto, una estrategia de nube híbrida que combina elementos propios y de terceros es la mejor opción para coordinar estos servicios debido a su capacidad de adaptabilidad, lo que representa un gran beneficio para todo tipo de compañía.
La unión de lo público y lo privado
Aunque el término “nube híbrida” podría parecer un concepto relativamente nuevo, es probable que su empresa ya esté haciendo uso de esta unión de la nube pública y privada desde hace varios años debido a la creciente necesidad de almacenamiento flexible y disponibilidad de datos. De hecho, según Panda Security, se espera que para 2021 los centros de datos en la nube procesen el 94% de las cargas de trabajo, lo que exige estrategias que combinen ambas nubes.
La nube pública puede ser entendida como un servicio informático que se ofrece a través de un proveedor externo en internet, se encuentra disponible para todo aquel que lo requiera y suele ser de bajo costo o incluso gratuita. En general, representa un beneficio económico para las compañías, pues les permite ahorrar en materias de infraestructura y mantenimiento de un hardware privado.
A diferencia de la nube pública, la nube privada está al alcance de usuarios específicos a través de una red interna; por esta razón también es llamada “nube corporativa”. Este servicio ofrece una mejoría en los sistemas de seguridad y privacidad que mantienen información confidencial lejos de proveedores externos y, en este modelo, la compañía es responsable por los costos de administración y mantenimiento.
La nube híbrida permite que la compañía escale su infraestructura local y acceda a la de dominio público, sin dejar de proteger algunos de sus datos. De esta manera, la nube híbrida otorga la flexibilidad de la nube pública sin dejar de lado la seguridad que distingue al modelo privado. La cuestión no está en empezar o no a usar este modelo, sino en cómo usarlo de manera que aporte valor a su compañía.
Máxima productividad y valor, mínimo espacio
Para obtener mejores ventajas de la nube híbrida, es necesario que las compañías definan cuáles de sus datos deberán mantener en la nube privada y cuáles se podrán alojar en servidores públicos. Para esto, es necesario diseñar una estrategia que le permita obtener el mayor beneficio del modelo híbrido.
El primer paso en la planeación de esta estrategia es pensar en las operaciones de la compañía que necesitan permanecer internas, es decir, dentro de la nube privada, para garantizar su seguridad ante usuarios externos. Después se analiza la relevancia de cada uno de los datos para, en caso de así decidirlo, migrarlos a la nube pública; esto liberará espacio en el hardware local para almacenar otra información más relevante.
Por ejemplo, si su compañía se sirve de recursos propios para almacenar una base de datos de ventas, es probable que este servicio pueda ser manejado a través de proveedores de SaaS o PaaS, permitiendo que este espacio sea utilizado para manejar datos financieros sin la necesidad de invertir en una expansión de su infraestructura y ahorrando recursos.
En algunos casos, el resultado de liberar espacio interno puede ser que el centro de datos propio ya no sea del todo necesario para la empresa, lo que puede ser benéfico ya que se puede rentar la infraestructura en un modelo de centro de datos multi-inquilino (multi-tenant), o formar alianzas con otras empresas para compartir espacio.
Diseñar y respetar la estrategia de la nube híbrida permitirá que la compañía tenga un mejor manejo de su espacio libre, es decir, sabrá con mayor exactitud cuando sea momento de adquirir más capacidad de almacenamiento, ya sea en el modelo público o en el privado.
Una de las ventajas de la migración desde la nube privada hasta la pública es, precisamente, la liberación de espacio para almacenamiento. Sin embargo, se debe tener cuidado al realizar este traslado pues fácilmente se puede comprometer la privacidad de datos importantes para la operación de la compañía. Una buena selección de la información que se quedará en su sitio y la que migrará es fundamental.
Una estrategia de almacenamiento bien planeada
Es importante mencionar que la nube híbrida ofrece una gran escalabilidad, y permite a la compañía crecer y atender a nuevas demandas que surjan, sin perder las cualidades que ya posee. Además, la flexibilidad en cuestiones de almacenamiento que este modelo aporta hace más eficiente el acceso a los datos por parte de cualquier usuario de la compañía.
Como cualquier herramienta, la nube híbrida resulta de gran utilidad si se emplea de la manera más eficaz. Por tanto, se debe ser cuidadoso al definir cuáles datos son relevantes de ubicarse en qué tipo de nube para la correcta operación de la compañía.
Igualmente, recuerde que todos estos movimientos serán hechos para el beneficio de su compañía, por lo que es esencial tener en cuenta sus necesidades y objetivos para establecer cuáles de estos pueden cubrirse con el uso de la nube híbrida y nunca perder de vista el futuro.
Sobre el autor: Ed Solis es vicepresidente Enterprise Caribe y Latinoamérica en CommScope.