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Gestión del riesgo, un tema relevante para las fintech
Las fintech deben aprovechar los datos puedan recopilan para obtener conocimientos que les marquen el rumbo a seguir en sus mercados en el corto y el mediano plazo, recomienda SAS.
Resulta bastante interesante el posicionamiento que las fintech han logrado en el mercado, en los últimos años, mediante la oferta de servicios más eficientes, nichos de mercado no explorados y productos financieros innovadores, compitiendo así con la banca tradicional y llenando huecos que habían sido abandonados o desatendidos. Se prevé que su expansión tome mayor impulso en los próximos años. Tan solo en 2021, Fintech Radar reportó que el número de fintechs aumentó 16 % para totalizar 512 en México.
Ante este avance, estas empresas están revisando aspectos críticos en su operación, su gobierno, sus análisis de datos, la elección de plataformas tecnológicas afines y la implementación de mecanismos para hacer más transparentes y seguras su operación, además de proteger los datos de identidad e información personal de sus usuarios.
Al igual que otras instituciones financieras, las fintech deben tomar ventaja de los datos que puedan recopilar, de tal suerte que sus análisis les permitan obtener el conocimiento que les marcarán el rumbo a seguir en sus mercados en el corto y el mediano plazo. Al mismo tiempo, serán vitales en el momento en que sean auditados o revisados sus procesos por los entes autorizados o calificadoras correspondientes para efectos de transparencia y, por tanto, comprobar el manejo del negocio y reconocer los retos, riesgos y oportunidades latentes.
En términos llanos, al igual que los bancos tradicionales, las fintech requieren seguir las mejores prácticas del sector, apoyadas en políticas debidamente definidas, así como en herramientas tecnológicas que les ayuden a examinar y tomar las mejores decisiones sobre el comportamiento de sus clientes o potencial público, así como medir, estimar y monitorear los inminentes riesgos inherentes.
En el contexto de una nueva realidad, cuanto mejor conformados y gobernados estén los procesos, las fintech tendrán mayores oportunidades de mantenerse y prosperar en el mercado. Como resultado de implementar mejores prácticas, aun cuando la regulación no sea tan profunda como en las demás instituciones financieras. Y si en algún momento esto llegará a suceder, ya llevarán bastante camino avanzado.
Calibrar el riesgo
Ir al fondo de los datos para analizarlos profunda y oportunamente marcará una gran diferencia en este nicho cada vez más competitivo. Por un lado, el descubrimiento de peculiaridades o rasgos relevantes podrá ayudar a interpretar el proceder financiero de los clientes para lograr la hiper personalización de las ofertas, apegadas a su capacidad de endeudamiento.
Por otro lado, apoyados en esta misma analítica y la inteligencia artificial, estos entes financieros podrán crear reglas y modelos bajo los cuales podrán interpretar el posible comportamiento, y estimar o clasificar la intención de ciertas transacciones, a fin de lanzar las alertas ante un riesgo próximo, como el fraude o el incumplimiento de las obligaciones. A su vez, servirá a reducir los falsos positivos y tamizar con mayor precisión las acciones que representen realmente una amenaza.
Así pues, el uso de los modelos analíticos ofrece la posibilidad de pronosticar situaciones potenciales que servirán para proporcionar mayor conocimiento al negocio sobre la conducta de sus clientes y en el menor tiempo posible. Utilizando tecnología que va de punta a punta, permitirán crear un proceso con el mínimo de fricción y mayor gobierno para que las fintech puedan no solo evaluar oportunamente el riesgo, sino también calibrar ese apetito de riesgo con los precios idóneos.
Enfoque en áreas críticas
La Asociación Fintech México estima que 2022 será un año de consolidación del ecosistema. Igualmente, su infraestructura llevará al país a lograr una mayor inclusión financiera. Y es su naturaleza digital la que le permitirá aprovechar la analítica avanzada, la inteligencia artificial y la gestión de procesos, incluidos los regulatorios, para implementar estrategias y optimizar su desempeño financiero.
Asimismo, están prestando atención a áreas críticas dentro de su negocio y para el crecimiento sostenido, como la gestión del riesgo; la planeación financiera y de su capital; y el control, políticas y el mismo gobierno, sin dejar de lado el talento humano. En conjunto, tienen la posibilidad de reducir el tiempo y el costo de cumplimiento al garantizar la consistencia, la transparencia, la trazabilidad de los procesos y apuntalar la innovación para nuevos proyectos.
Finalmente, estas áreas y tecnologías no son un fin por sí mismo, sino un medio necesario –y suficiente, si están debidamente orientadas y respaldadas– para lograr consistentemente los objetivos de la empresa. Esto es, una estructura organizacional y con el sustento tecnológico que consolide una cultura para administrar eficientemente el negocio en la mayor comprensión de sus potenciales riesgos y oportunidades.
Sobre el autor:
Luis Barrientos es experto en riesgo de SAS Latinoamérica. Con una trayectoria laboral de casi 20 años, tiene una maestría en Estadística e Investigación de Operaciones por el IMMAS, UNAM, y es licenciado en Actuaría por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es consejero del Comité de Riesgos de la Contraparte Central de Valores, expositor en temas de Liquidez en el foro de Banxico, juez para el Premio de Pensiones (CONSAR y AMAFORE), sinodal del premio de AME y asesor de tesis en la UNAM para la carrera de Actuaría.