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¿Estamos listos para el metaverso y la Web 3.0?

Las personas participarán cada vez más en la generación de contenidos digitales. Pero para alcanzar la Web 3.0 debe avanzarse rápidamente en componentes clave, como el desarrollo de dispositivos para acceder e interactuar con el metaverso.

Mucho se ha hablado en estos últimos meses sobre el metaverso y cómo impactará en las experiencias que construyen las marcas para las personas. Sin embargo, la pregunta es, ¿estamos preparados para capturar el real valor de esta tecnología? El viaje está recién comenzando y hay una serie de componentes que deben evolucionar.

El objetivo final del metaverso es la Web 3.0. En la 1.0 la gran mayoría de los usuarios se limitaba a actuar como consumidores de contenidos. Luego, en la 2.0 nacieron las plataformas y los usuarios comenzaron a tener un rol más activo en la generación de contenidos, a través de las redes sociales, por ejemplo. Hoy, en la era de la Web 3.0 ya vemos cómo el internet es potenciado por la inteligencia que permiten las nuevas tecnologías.

En un futuro próximo, las personas tendrán una participación aún más activa en la generación de contenidos. Podrán compartir fotos, comunicarse con los amigos y comprar cosas en línea a través de una multitud de pequeños servicios que compiten blockchain. En este nuevo internet de los lugares, el metaverso tendrá un rol fundamental. Y las marcas deben estar preparadas.

Pero para alcanzar esta Web 3.0 deberá haber un avance acelerado en ciertos componentes clave, con el fin de que se logre una interacción sin fisuras entre el mundo virtual y el real.  El primero de ellos es la infraestructura. Hay un gran desafío en el desarrollo de dispositivos que ayuden a los usuarios a acceder e interactuar con el metaverso. Hoy contamos con teléfonos móviles, auriculares de RV, gafas inteligentes y dispositivos empresariales como sensores de escaneo y cámaras de fotogrametría que ayudan a los desarrolladores a crear entornos 3D realistas. Sin embargo, es necesario avanzar con mayor rapidez hacia el desarrollo de una interfaz más fácil de usar, más “humana”.

Así también, es fundamental desarrollar las redes necesarias para soportar este nuevo mundo digital. Entre ellas servicios en la nube y en el borde; las redes distribuidas, como la 5G y la Wifi 6; así como la conectividad de última milla que encamina las conexiones de datos persistentes, en tiempo real y de gran ancho de banda hacia el usuario. Se trata de contar con la potencia informática necesaria para soportar las variadas funciones intensivas de datos y avanzadas del metaverso, como la física, el renderizado, la sincronización de datos, la inteligencia artificial (IA), la captura de movimiento y la traducción.

El tercer elemento clave es el software y las plataformas. Debemos avanzar hacia el desarrollo de las herramientas, protocolos y formatos que sirvan como estándares para el metaverso, junto con el software que permita el impulso de aplicaciones sofisticadas como la geometría y la animación 3D; el almacenamiento de datos; la interoperabilidad y la portabilidad de los activos digitales; el geoetiquetado; el reconocimiento de voz y de gestos, etc.

El metaverso es hoy una gran oportunidad para las marcas y la sociedad en general. Para capturar su valor, las organizaciones necesitarán de capacidades tecnológicas mucho más maduras. Un desafío que es necesario abordar hoy.

Sobre la autora: Gabriela Álvarez es directora ejecutiva de Accenture Song.

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