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En escuelas y universidades, el acceso a internet ya no es suficiente
Para que las instituciones educativas actuales destaquen, además de una buen programa académico y profesores, deben contar con una oferta de servicios tecnológicos de primer nivel, dice Jorge Villa de Alcatel-Lucent Enterprise.
La tecnología se ha convertido en un aspecto fundamental para el futuro de las instituciones educativas, no importa cuán grandes y diversas sean. Como ejecutivo que viaja, tengo el privilegio de escuchar las opiniones de las escuelas en gran parte de la región sobre tecnología en la educación. Gracias a esas experiencias, veo que las tecnologías de la información en la educación superior han llegado a un punto de inflexión, en el cual las tendencias que una vez se consideraron innovadoras ahora son parte de la vida cotidiana.
Gracias a su impacto en las operaciones de escuelas y universidades, puedo decir que las TI se han convertido en pieza fundamental para la educación superior. Los estudiantes universitarios de hoy son algunos de los nativos digitales más ávidos que nunca vi. Pero, ¿qué hay de nuevo actualmente? Ya no se trata de si una universidad tiene las capacidades tecnológicas básicas, pues 60% de los estudiantes ni siquiera se fijan si su institución tiene conexión WiFi en todas partes. Esa ya es una característica obvia.
¿Qué está haciendo, entonces, la escuela para mantenerse por delante, dado que estudiantes, profesores y personal de la escuela esperan más cada día? ¿Qué haces como institución educativa para proporcionar una experiencia personalizada y conectada? Todo es cuestión de equilibrio. ¿Qué hacemos para satisfacer las expectativas de los estudiantes y de sus profesores? ¿Para mantener una gran relación calidad-precio? ¿Nuestra innovación retiene al estudiante más tiempo, y ayuda a garantizarle una carrera? ¿O, al menos, genera un buen impacto para conseguir una?
Gracias a estos cuestionamientos, los mejores profesionales de la educación de TI han cambiado su enfoque. Ahora, su foco se centra menos en los problemas técnicos tácticos, y más en los problemas de negocio, más estratégicos, y que marcan la diferencia en el balance final. Después de todo, el dinero manda.
¿Puede el departamento de TI –con recursos insuficientes– de estos centros educativos tener una voz estratégica? La buena noticia es que gracias la tecnología de la educación, y los avances en el aprendizaje mixto, las oportunidades que ofrecen los MOOCs y la adopción de las herramientas digitales en el aula, la marea está cambiando.
Hay tres áreas que los profesionales TI de la educación superior deben tener en cuenta, y que ayudan a demostrar el valor estratégico de las TI en la evolución de una organización educativa:
1. Utilizar tecnología innovadora para ofrecer una experiencia personalizada conectada para los estudiantes y miembros de la facultad. Una experiencia de conexión personalizada es la capacidad para que los estudiantes y profesores accedan a contenidos y aplicaciones sin problemas, usando sus dispositivos preferidos, desde teléfonos móviles a tabletas, en cualquier lugar, en cualquier momento, conectados a una nueva generación de redes inteligentes y cursos en la nube.
Esta es una manera perfecta para ayudar a impulsar la innovación y la creación de valor respecto a la asistencia de los alumnos al campus, y un gran apoyo para la investigación y exposición de los maestros. Una experiencia de conexión personalizada puede ser lo que diferencie a su escuela de todos los otros colegios.
Por ejemplo, un estudiante llega en su primer día, escanea un código QR y su dispositivo se conecta de inmediato a la red de la universidad. Sus registros se actualizan automáticamente, y recibe una aplicación de la universidad con su horario personalizado, e incluso su información de residencia. Esto permite al alumno y a sus padres centrarse en esos primeros días de su separación, sin otras preocupaciones.
2. Hacer que TI sea estratégica para el éxito de la universidad. Al conducir el éxito educativo y la solidez financiera mediante la tecnología, esta se convierte en un factor crítico para las operaciones generales de una universidad. La tecnología con modelos de consumo es una manera de equilibrar el avance de la tecnología y reducir los costos. Las soluciones que se adaptan para satisfacer las necesidades únicas de sus entornos de educación son las que ayudan a las estrategias que conducen al éxito del estudiante. Por ejemplo, se puede ofrecer productos de primera calidad con precio asequible, y con un costo total de propiedad aún más bajo.
Este cambio estratégico reduce el costo por estudiante y ayuda a mantener su escuela como una opción cuando un estudiante de escuela preparatoria está evaluando a qué universidad ir. Como ejemplo, la Universidad del Estado de California (CSU) ahorra 100 millones de dólares de los contribuyentes de esta manera. Al añadir nuevos avances en técnicas automatizadas, tales como equipos de auto-restauración, herramientas de despliegue de SDN y la interoperabilidad con marcas predominantes, la universidad puede ahorrar significativamente y ayudar a conseguir tasas más bajas.
3. Impulsar la colaboración en tiempo real. Los profesionales de TI deben tener en cuenta la evolución de la forma en que las personas se comunican en la educación superior, aprovechando el entorno de tecnología de TI para reducir los costos totales de esta comunicación, facilitar la colaboración y mejorar la calidad de la educación.
Con un enfoque basado en los resultados, la tecnología ayuda a fortalecer la reputación de la universidad y puede permitir atraer a estudiantes y profesores en el proceso, al tiempo que reduce la matrícula al estar ligada directamente al éxito del proyecto de TI. Por ejemplo, con el uso de herramientas de gestión de interacciones, una universidad puede centrarse en cada peso de la matrícula, sin afectar la consistencia de la educación. Esto se traduce en una mejor experiencia de los estudiantes y en la mejora de la reputación de marca de la universidad.
Una cosa está clara: El punto de inflexión es una buena noticia para todas las personas de tecnología de información y comunicaciones en la educación superior. Junto con los técnicos de educación, los directores de sistemas (CIO) pueden abrir un camino en el entorno de la educación de próxima generación, y no solo ayudar a atraer a nuevos estudiantes, sino hacerlo con mucho sentido de negocios.
Sobre el autor: Jorge Alberto Villa es responsable de las verticales de gobierno, educación y salud para el Caribe y Latinoamérica de Alcatel-Lucent Enterprise.
Nota del editor: Esta columna fue editada por cuestiones de facilidad de lectura y temporalidad.