De la simple conexión al metaverso
La tecnología permite interactuar de maneras diferentes y ahora, con la Web 3.0 y el metaverso se busca ir más allá de un mundo digital, hacia un espacio virtual compartido.
Años atrás, generaba una gran expectativa el tener la posibilidad de configurar la computadora ideal seleccionando sus componentes más importantes, desde el disco duro hasta el procesador, para acelerar su rendimiento. Tiempo después, se hablaba de la importancia de fortalecer a las empresas a través de la creación de un ecosistema, donde el sistema operativo fungía como un elemento básico de una red, junto con concentradores, conmutadores y enrutadores, etc., como una manera efectiva de conectar a los empleados y ser más productivos.
Las empresas de tecnología buscaban ganar terreno en el mercado empresarial participando en ferias comerciales o en todo tipo de eventos que les facilitara hacer contacto con el responsable de TI de una compañía para dar a conocer su oferta tecnológica. Y qué decir del concepto de "bajar los correos electrónicos” cuando se viajaba, conectar el módem a un proveedor de servicios de internet (ISP) y esperar a que llegaran los correos. Antes de volverse comunes los teléfonos celulares, la mayoría de las personas usaban pagers o beepers para comunicarse entre sí.
Fue hacia finales de los noventa y principios de los 2000 que el mundo de la tecnología nos sorprendió una vez más con la introducción de Google, Facebook, YouTube, Twitter y otras plataformas. En 2007, el lanzamiento del iPhone revolucionó al mundo al poner todo al alcance de la mano y la explosión de la conectividad comenzó a hacerse realidad.
La tecnología nos permite, al día de hoy, interactuar de muchas maneras diferentes, hablar e incluso colaborar por video con muchas personas con solo tocar un botón. Es posible comprar cualquier cosa desde un dispositivo móvil, rastrear la ubicación de personas y otros dispositivos, obtener datos que facilitan tomar decisiones más rápidas.
Ahora, la Web 3.0 y otras tecnologías buscan ir más allá de un mundo digital, hacia un espacio virtual compartido.
La apuesta se llama metaverso, el cual es descrito por Mark Zuckerberg como "internet en el que estás dentro, en lugar de solo mirar". Se habla de una mezcla de tecnologías que traerán consigo una gran revolución, por lo que ya existen diversas estrategias que ven la conveniencia de invertir.
Quienes exploran sus múltiples promesas se encuentran a la expectativa para determinar si se trata solo de una tendencia o una realidad. Parte de este análisis contempla la revisión de sus principales componentes que buscan hacer posible este ecosistema.
El primero de ellos es el avatar, es decir, nuestro representante digital en el metaverso, cuyo principal reto es ir más allá de una figura de dibujos animados hacia una apariencia real con interacción en tiempo real.
Un segundo punto a considerar es la creación de contenido, ya que cualquier persona puede crear, producir y compartir contenido, lo cual puede convertirse en algo complicado de gestionar y administrar, incluso volverse un caos en un entorno virtual.
La mayor incertidumbre alrededor del metaverso gira en torno a la apuesta en su economía virtual pues para su éxito será preciso que la criptomoneda funcione como dinero, e innovación necesaria para adaptarla al mundo virtual.
La aceptación social es un punto que no es posible hacer a un lado, pues las amenazas a la privacidad, la diversidad, la equidad y la adicción de los usuarios determinarán la sostenibilidad del metaverso. Al impactar el metaverso tanto en el mundo físico como el virtual, es importante aplicar reglas y normas complementarias en ambos mundos. De igual manera, el ciberacoso es un factor que se debe tener presente en un entorno virtual.
Para formar parte de este nuevo entorno, es preciso que los usuarios autentiquen sus identidades al acceder a ciertas aplicaciones y servicios dentro del metaverso. En un entorno virtual, la mayoría de los datos personales, si no todos, se almacenarán en algún lugar, por lo que la seguridad y privacidad se vuelve crucial para que el ecosistema funcione correctamente.
Se prevé que el metaverso brindará grandes oportunidades a las empresas a través de la creación de diversos modelos de negocio, que van desde aumentar su presencia social hasta la modalidad del trabajo de oficina, la realización de pagos, la compra-venta de productos, etcétera.
La inteligencia artificial, la realidad extendida, la internet de las cosas, la cadena de bloques, la interactividad del usuario, así como la visión por computadora son tan solo algunas de las tecnologías que se encaminan hacia la combinación de mundos reales con mundos digitales, las cuales contribuirán a hacer de la promesa del metaverso una realidad.
Es un hecho que cada uno de nosotros estará inmerso en los siguientes pasos de la adopción de la tecnología. El concepto de metaverso seguirá evolucionando con el paso del tiempo. El metaverso, más que un destino per se, es una parada más en la carrera tecnológica de la que todos somos partícipes. El concepto de metaverso seguirá evolucionando y, probablemente, nos permitirá seguir conectándonos entre nosotros de muchas maneras diferentes.
Sobre el autor:
Roberto Ricossa es vicepresidente de Ventas para Latinoamérica en F5. Cuenta con más de 18 años de experiencia en gestión, ventas, manejo de canales y comercialización en mercados locales e internacionales. Es un comunicador proactivo, comprometido con la construcción de equipos de alto rendimiento y el cumplimiento de los logros por medio de coaching y mentoría. Anteriormente, trabajó en Aruba, Avaya, Nortel y Anixter.