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Centros de datos sustentables, la gran deuda tecnológica con el planeta
La aceleración de la digitalización y el auge de la nube ha impulsado la industria de los centros de datos, pero con ello debe venir también la implementación de políticas de sustentabilidad, afirma AMD.
En los últimos meses, la digitalización ha experimentado una aceleración nunca vista. Con la llegada de las medidas de distanciamiento social, tanto personas como empresas tuvieron que adoptar esquemas remotos, haciendo de la conectividad una necesidad mundial.
Se estima que, durante este periodo, el tráfico de internet llegó a incrementarse hasta en un 47 %, un comportamiento que podría extenderse a largo plazo si tomamos en cuenta que 57 % de los negocios en México están considerando mantener el teletrabajo como un esquema permanente.
Para poder satisfacer iniciativas como esta, se requiere de infraestructuras tecnológicas cada vez más avanzadas, capaces de procesar cargas de trabajo críticas y grandes volúmenes de datos, lo que pone a los centros de datos como motores de reinvención y resiliencia en todo el mundo. Pese a esto, una de las principales objeciones para estos proyectos radica en su impacto en la naturaleza.
Actualmente, los centros de datos concentran el 17 % de la huella de carbono generada por el sector de tecnología, lo que resulta particularmente importante cuando consideramos que los gases de efecto invernadero, principales catalizadores del calentamiento global, han aumentado en 40 % desde 1750 a la fecha, lo que ha generado aumentos de más de 16° centígrados en la temperatura global promedio.
Si bien, durante los primeros meses, el optimismo por las condiciones medioambientales futuras mejoró en un 38 %, para el último trimestre del 2020 dichas cifras experimentaron una caída del 12 %, acentuando la preocupación ecológica ante las agresivas estrategias de los sectores industriales para alcanzar la recuperación económica, marcando un punto de objeción en contra de la masificación de los centros de datos.
Se proyecta un crecimiento sostenido de la industria de centros de datos en los próximos años, con miras a alcanzar un valor de mercado superior a los $117,820 millones de dólares para 2028. Por tanto, es fundamental implementar políticas de sustentabilidad en su planeación y construcción, un elemento que hasta ahora solo resulta prioritario para el 9 % de los tomadores de decisión del sector, pero que se vuelve preponderante para 59 % de los encuestados cuando se habla de la importancia de la eficiencia energética en este tipo de instalaciones.
Para acotar estas problemáticas, la industria de TI ha desarrollado iniciativas como 25x20 de AMD que, orientadas a maximizar la eficiencia energética de los procesadores, tienen como objetivo reducir el consumo eléctrico en grandes granjas de servidores, un punto clave para hacer del sector tecnológico una industria más sustentable al disminuir la alimentación de los casi 7,2 millones de centros de datos en el mundo, cuyo consumo energético oscila los 205 terawatts por hora, es decir, 1 % de la electricidad global.
Se espera la progresión de tal tasa en los próximos años con la expansión de estas instalaciones, al grado que se estima que la industria de tecnología represente 20 % del consumo eléctrico en el mundo para 2025. Sin embargo, con tan solo mejorar la eficiencia energética de los servidores, es posible ahorrar hasta 1,4 millones de kilowatts por hora y 971.000 kg de emisiones de carbono, el equivalente al crecimiento de 16.000 árboles durante 10 años.
Al apostar por litografías de chip más pequeñas, como las microarquitecturas de 7 nanómetros, se despliega el poder de cómputo necesario para procesar cargas de trabajo críticas, facilitando también un mejor uso del espacio al ofrecer soluciones de hardware con un factor de forma reducido y proponiendo alternativas de enfriamiento más eficientes. Tales factores resultan sustanciales si observamos que 40 % del consumo eléctrico de los sistemas de cómputo está destinado a evitar el sobrecalentamiento de los equipos.
Ante un contundente boom de la digitalización, las empresas de tecnología necesitan balancear el desempeño con la sustentabilidad para generar ofertas responsables. Si bien esta tendencia se encuentra aún en una etapa temprana, una gran proporción de las soluciones de infraestructura de cómputo en la actualidad consideran este tipo de factores desde la fabricación misma, por lo que compañías como IDC proyectan que la adopción de cómputo en la nube podría prevenir la emisión de más de mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en los próximos tres años, como resultado de una mejor eficiencia energética, una optimización de los recursos de TI y una mejor distribución de los centros de datos a gran escala.
Con esto en mente, fabricantes, proveedores y usuarios de tecnología necesitan reconciliar la visión de la tecnología con un foco medioambiental, dejando de ver la infraestructura de TI solo como una plataforma para habilitar experiencias intuitivas e inteligentes, parte considerarla parte de la vida diaria de personas, empresas y ecosistemas para construir un futuro más verde, hoy.
Sobre el autor: Hiram Monroy es director de Ventas Comerciales para AMD en México, Centroamérica y el Caribe. El ejecutivo tiene más de 20 años en la industria de tecnología, y tiene una visión clave de los mercados locales y regionales en términos de infraestructura empresarial y soluciones digitales avanzadas como nube, IoT, inteligencia artificial, big data, entre otras. Es graduado de Ingeniería en Sistemas Computacionales por la Universidad del Valle de México, y ha cursado posgrados en Marketing, Innovación y Tecnología, Administración de Negocios y Design Thinking por parte del Tec de Monterrey, el IPADE y el MIT, respectivamente.