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Acelerar el futuro analítico en manufactura en América Latina
El análisis de datos puede ayudar a ampliar los proyectos de manufactura y mostrar beneficios que no solo serán operativos, sino también financieros, al poder predecir y resolver problemas antes de que sucedan.
A medida que nos acercamos a un nuevo año, los temas de productividad y optimización para operar en un contexto volátil e incierto seguirán siendo una prioridad para los ejecutivos de todos los sectores de la industria, y la de manufactura no es la excepción.
Los datos son un aliado importante para garantizar la resiliencia que los fabricantes necesitan para responder a las circunstancias complicadas. Sin embargo, el escenario en las firmas del sector en América Latina puede diferir con los mercados más maduros, y se requiere a menudo cambiar los paradigmas. Con esto en mente, compartiré algunas ideas sobre el escenario actual para las compañías del sector en la región, a medida que evolucionan en ese trayecto.
Presentes desde el origen de la manufactura, los datos han sido cruciales para la vida diaria de las compañías que producen cosas. Estaban presentes en las discusiones verbales y las instrucciones, evolucionaron en pantallas análogas y comandos, y ahora se integran en la manera de operar en la era digital.
Esto es, no hay nada nuevo, pero sí se ha incrementado el uso de datos en ese sector con el pasar de los años. Los datos informaban a la compañía de una forma reactiva sobre los comandos para los procesos que necesitaban ejecutarse o proporcionaban conocimientos sobre lo que ya se había hecho. Lo novedoso surgió con la cuarta revolución industrial, la llamada Industria 4.0, con la comunicación de datos dentro de los procesos, máquinas, operadores y sistemas, que permite que los fabricantes vislumbren un nuevo horizonte.
Esas interacciones ciberfísicas están permitiendo que los fabricantes sepan lo que ni siquiera sabían que estaba ahí y qué sucedía en la planta. A través de la extracción y análisis de datos, las empresas pueden tomar decisiones basadas en datos que mejoran no solamente la eficiencia de los procesos, sino también los indicadores organizacionales y financieros.
Sin embargo, ¿qué es diferente respecto a cómo esa evolución se da en América Latina en relación con sus iguales en otros países, como en los mercados estadounidenses o europeos? Esta es una pregunta en la que los compradores de la región a menudo están interesados cuando desarrollan ejercicios de análisis comparativo.
De acuerdo con mi experiencia en los mercados latinoamericanos, y en países como Alemania, creo que hay dos principales retos que surgen con esa comparación. El primero es que la tecnología no es barata ni es fácil de desarrollar para las organizaciones latinas. Eso significa que las empresas sin muchos recursos pueden costear apenas un desarrollo interno de analítica avanzada, mientras que subcontratarlo puede ser algo aún más costoso.
La segunda barrera es la mentalidad cultural. En América Latina, la mayoría de las empresas del sector de manufactura tienen indicadores de gastos: eso no significa que necesitan gastar todo su presupuesto, pero muchos ejecutivos no quieren arriesgarse y prefieren resolver sus problemas con metodologías viejas que han funcionado bastante bien: Six Sigma, TPM, Lean Manufacturing. Ese método a menudo genera una situación en la que las empresas van a la deriva hasta que llegan a un punto crucial con la innovación y la adopción tecnológica.
Si esa situación le parece familiar, uno podría preguntarse, ¿qué se puede hacer para superar estas barreras? Un enfoque pragmático y basado en resultados puede implicar comenzar ciclos de proyectos cortos, dirigidos a obtener resultados rápidos. Los primeros beneficios que podrían cambiar el rumbo de la inversión a través de la analítica.
Una vez que se abre la puerta al análisis de datos, los proyectos pueden ampliarse y mostrar mayores beneficios. Con frecuencia, los resultados no solo serán operativos, sino también financieros, ofreciendo importantes ahorros al resolver problemas que los fabricantes ni siquiera sabían que existían.
Cuando se trata de traspasar las barreras culturales y organizacionales, la innovación y el fortalecimiento combinados son clave. Permitir que los equipos operativos descubran nuevas soluciones, basadas en datos, para los problemas que se enfrentan todos los días permite que la organización se convierta en un ejecutor ágil de las prácticas de innovación. A su vez, eso dará origen a formas creativas de implementar proyectos de mejora a través de la analítica.
Sobre el autor: Ernesto Cantú es gerente de Desarrollo de negocios senior para la región de LATAM en SAS. Ernesto nació en Monterrey, México, tiene 30 años de edad y es ingeniero industrial de profesión, con intercambio académico en la TU Ilmenau, y tiene un master en Ciencias en Gestión de Empresas y Sistemas de Manufactura Avanzados por la TU Berlin. Tiene experiencia profesional en industria automotriz, de transportación, consultoría de servicios y start-ups, dentro de las áreas de Innovación y Tecnología, Investigación y Desarrollo, Desarrollo de nuevos negocios, Comercial y ventas y Mejora continua.