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Una mejor colaboración aumenta la capacidad de detectar transacciones de riesgo
La adopción de herramientas de IA para propagar el phishing, los deepfakes y otras estafas está erosionando la confianza de los consumidores en los servicios digitales, señala LexisNexis Risk Solutions.
Los bancos y los minoristas en línea pueden mejorar significativamente su capacidad para capturar transacciones fraudulentas de alto riesgo, difíciles de detectar, al combinar inteligencia de fraude compartida en sus evaluaciones de riesgo, según el más reciente reporte de LexisNexis Risk Solutions sobre el “Estado Global del Fraude y la Identidad”.
El informe revela cómo las empresas pueden construir una fuerte confianza digital y prevenir el fraude antes de que ocurra a través de la inteligencia colaborativa de identidad digital, y detalla varios ejemplos de éxito, incluida una organización que elevó las tasas de reconocimiento de clientes al 94 %. Otra identidad digital integrada e inteligencia de correo electrónico ayuda a incrementar las tasas de detección de fraude en 26 %.
De acuerdo con la investigación, menos del 10 % de las mulas identificadas por las fuerzas del orden son detenidas y menos del 1 % son acusadas, lo que impacta en la confianza de los consumidores. Además, la rápida adopción de la tecnología impulsada por la IA por parte de los estafadores para automatizar el phishing y los deepfakes está ayudando a que las estafas sean más eficientes y convincentes, erosionando así la confianza de los consumidores en los servicios digitales. Los ataques de fraude globales aumentaron un 19 % interanual, según un análisis de la plataforma LexisNexis Digital Identity Network.
Una red colaborativa compartida permite a las organizaciones señalar actividades sospechosas y eventos de fraude confirmados con otros miembros de la red, para ayudar a dificultar la operación de los estafadores. Esto puede incluir datos sobre el dispositivo que se está utilizando, direcciones IP y otras señales digitales, así como la dirección de correo electrónico proporcionada. El análisis del riesgo potencial asociado con estas señales puede aumentar significativamente la efectividad de las organizaciones para capturar transacciones de alto riesgo. En un caso, un importante banco mundial aumentó su capacidad de detección 17 veces (1700 %). En otro, un emisor de tarjetas mejoró sus evaluaciones de riesgo en un factor de 23 (2300 %). En ambos casos se utilizaron datos colaborativos.
A pesar de esto, solo seis de cada diez (60 %) organizaciones cuentan con soluciones tecnológicas de prevención del fraude en todos los canales de transacción, y solo una de cada cuatro (27 %) organizaciones en las regiones de Europa, Medio Oriente y África y Asia Pacífico utilizan consorcios o iniciativas de intercambio de datos como parte de sus actividades de prevención del fraude, según el informe. Esto se produce a pesar de que la mayoría de las empresas dicen que integrar la experiencia digital y los esfuerzos de prevención del fraude (72 %) y minimizar la fricción con el cliente durante el proceso de pago (68 %) son de "prioridad crítica o alta".
"El deseo de los consumidores de un servicio más rápido e instantáneo está impulsando la demanda de cambio, incluida la creación de soluciones de pago alternativas. En respuesta, los reguladores y los bancos centrales están habilitando sistemas, como los rieles de pago instantáneo, que facilitan las transacciones", dijo Stephen Topliss, vicepresidente de fraude e identidad en LexisNexis Risk Solutions.
"Sin embargo, cada intento de facilitar las transacciones a los consumidores también está facilitando la vida de los estafadores. La demanda social de conveniencia ha dejado a las instituciones financieras enfrentándose a un difícil acto de equilibrio para ofrecer innovación tecnológica y conveniencia, al tiempo que mantienen la confianza y la integridad del sistema", resaltó el experto.
Asimismo, es esencial contar con conocimientos más amplios en la lucha contra las identidades sintéticas, es decir, los perfiles digitales falsos creados para el fraude. La inteligencia robusta puede identificar signos reveladores, como que las identidades sintéticas tienen siete veces más probabilidades de no tener parientes de primer grado y 20 veces más probabilidades de aparecer en múltiples solicitudes de crédito durante un corto período de tiempo.
El informe refleja que los seres humanos siguen siendo un eslabón débil en la cadena de confianza, con un ejército de mulas de dinero –alrededor del 40 % de las cuales suelen tener menos de 25 años– que ayudan a los ciberdelincuentes a lavar entre el 2 % y el 5 % del PIB mundial cada año.
"El peor de los casos es que los consumidores dejen de interactuar digitalmente porque no confían en el proceso. Abordar este problema global requiere un enfoque de múltiples niveles o capas, ya que no existe una solución milagrosa contra el fraude", concluyó Topliss.