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Un streaming sin interrupciones requiere un soporte robusto
La transmisión en vivo por internet de eventos como las Olimpiadas, o cualquiera que resulte en picos de actividad, necesitan el soporte de una infraestructura y conectividad que permita una experiencia sin problemas.
Los Juegos Olímpicos son una celebración de la grandeza del deporte. Los atletas que participan han trabajado durante años para perfeccionar sus habilidades y rendir al máximo durante las próximas semanas. De manera similar, sucede algo parecido con las emisoras encargadas de transmitir la acción a millones de aficionados de todo el mundo. Como evento de transmisión, los Juegos Olímpicos son únicos, pues todo en ellos es grande, desde la cantidad de contenido, hasta el tamaño de la audiencia global:
- Las Olimpiadas de Verano de París 2024 contarán con 329 eventos de medallas en 32 deportes, y las plataformas de transmisión los pondrán todos a disposición de los espectadores de todo el mundo. Esto representa un estimado de 3.800 horas de contenido en vivo.
- Se espera que el evento de este año iguale o supere los más de 3.000 millones de espectadores que tuvieron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Más de 30 titulares de derechos de medios de comunicación distribuirán los Juegos Olímpicos en todo el mundo. Estas empresas saben que sus espectadores exigirán una experiencia de usuario excepcional, con acceso al contenido que deseen, donde quieran, sin demoras ni interrupciones.
El streaming es la tecnología que permite la transmisión de contenido de video (o audio) a través de internet en tiempo real, el cual puede ser en vivo (como un evento deportivo transmitido en tiempo real) o bajo demanda (como ver una serie en alguna plataforma como Netflix o Amazon Prime, por mencionar algunas). De acuerdo con un reciente estudio realizado por The Competitive Intelligence Unit (The CIU), el número de suscripciones de algunos de los servicios de video bajo demanda en México ascendió a 13,4 millones al cierre de 2023.
Infraestructura bajo demanda para streaming basado en eventos
Los streamers de los Juegos Olímpicos de este año gestionarán una serie de flujos de trabajo y procesos a lo largo del ciclo de vida del contenido. Para empezar, capturarán el contenido de los distintos lugares. Esto por sí solo será una impresionante hazaña de infraestructura y logística: las sedes están repartidas no solo por París, sino por toda Francia. Esto incluye a Tahití, un territorio francés de ultramar ubicado a miles de kilómetros de París, que será sede de los eventos de surf.
Una vez que hayan capturado el contenido, deberán transferirlo a una instalación de procesamiento. Después de la edición, incluida la adición de títulos y anuncios al contenido sin procesar, el contenido debe distribuirse a todos los rincones del mundo. Para que los espectadores sientan que están experimentando la acción de manera similar a los fanáticos en el lugar, cada paso del ciclo de vida del contenido debe suceder lo más rápido posible.
Esto significa que los streamers “necesitan una solución de infraestructura multifacética, que incluya redes escalables, capacidad de cómputo y almacenamiento. También necesitan acceder a esa capacidad de forma temporal, es decir, deben evitar pagar de más por la infraestructura física que ya no necesiten después de los Juegos. Es por eso que trabajar con un socio que ofrece servicios de infraestructura virtual bajo demanda puede ser tan útil”, señala Amet Novillo, director general de Equinix México.
Una solución típica sería escalar una presencia de colocación en varias áreas metropolitanas principales cercanas al origen del contenido. Debido a la presencia global de los centros de datos IBX de Equinix, los clientes pueden lograr esto rápidamente en su elección de ubicaciones densas en la red. Utilizando servicios de interconexión, como Equinix Fabric, pueden configurar una red privada entre los sitios elegidos para garantizar una rápida conmutación por error al sitio secundario cuando sea necesario, para evitar cualquier impacto en la experiencia de streaming.
Además, pueden aumentar la conectividad a la nube directamente desde estas ubicaciones para permitir una mayor escalabilidad de la infraestructura. Mediante el uso de rampas de acceso a la nube de baja latencia, pueden acceder a servicios en la nube bajo demanda, lo que puede respaldar la gestión de costos.
Aunque los streamers tienen varios años para planificar una experiencia optimizada antes de cada Olimpiada, hay otros eventos que no ofrecen el mismo nivel de antelación, por ejemplo, eventos no planificados y puntuales que resulten en picos masivos en la actividad, como lanzamientos sorpresa de álbumes o noticias importantes de última hora. El hecho de que estos eventos puedan ocurrir en cualquier momento significa que las empresas deben estar preparadas para escalar su infraestructura para adaptarla.
“Nadie puede garantizar un servicio excepcional de streaming sin una infraestructura digital escalable en todos los lugares adecuados. Por ello, las soluciones de infraestructura implementadas en los Juegos Olímpicos de este año pueden servir de inspiración para cualquier evento temporal futuro con requisitos de capacidad masivos”, resalta Amet Novillo.