Tecnología ayuda a impulsar el crecimiento de ESG en la industria financiera
La mayoría de los bancos en Latinoamérica ofrecerán propuestas amigables con criterios ESG, proporcionarán capital para proyectos sostenibles y retirarán capital de industrias intensivas en carbono, según un estudio de Temenos.
Los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) son una forma de evaluar el impacto ambiental, social y de gobierno corporativo de una empresa, permitiendo así tomar decisiones de inversión basadas en la ética y la sostenibilidad. En la industria financiera, se espera que, en los próximos cinco años, el 76 % de los bancos latinoamericanos ofrecerá propuestas ESG, proporcionarán capital para proyectos sostenibles (72 %) y retirarán capital de industrias intensivas en carbono (60 %), de acuerdo con el estudio “Economist Impact” de la empresa de software bancario Temenos.
Actualmente, la mitad de los bancos de la región está invirtiendo en tecnologías con menor huella de carbono y startups que trabajan en descarbonización, mientras que un 32 % está ya implementando estrategias para reducir las emisiones de sus operaciones y cadenas de suministro, lo que demuestra la preocupación de la industria por este tema.
“La adopción de los criterios ESG es esencial para el futuro del sector financiero, no solo por la mejora en la eficiencia de los procesos y la gestión de los recursos, sino también por la demanda creciente de las personas con relación a prácticas responsables de cara al futuro”, comenta Rodrigo Silva, vicepresidente ejecutivo para las Américas en Temenos.
En este nuevo paradigma, la tecnología desempeña un rol fundamental, tanto para reducir las emisiones de los bancos, como ayudarles a desarrollar productos más sostenibles. Algunas de las contribuciones que ofrece la tecnología para que las instituciones financieras adopten un modelo innovador y sostenible son:
- Infraestructura en la nube: Moverse a la nube y escalar las operaciones según la demanda proporciona una eficiencia energética muy superior para los bancos. De acuerdo con un estudio de Microsoft, la infraestructura en la nube que ellos proveen puede reducir las emisiones de carbono en un 98 % si las comparamos con los sistemas legados tradicionales, permitiendo además medir y monitorear de forma precisa para ayudar a las instituciones financieras a cumplir sus objetivos ESG.
“Además de ofrecerles mayor agilidad, rendimiento y seguridad, la nube tiene ventajas importantes de sostenibilidad para los bancos”, explica Rodrigo Silva. “Según nuestro estudio con Economist Impact, el 52 % de la industria en la región espera que los bancos ya no tengan sus propios data centers en los próximos cinco años y hayan migrado totalmente a la nube pública. El 28 % ya está enfocando su inversión de tecnología en la infraestructura de la nube o software-as-a-service (SaaS), más que cualquier otra región, y esperamos que esta tendencia siga acelerando”, refirió. - Potenciar la inclusión financiera: Al mismo tiempo que la tecnología ha avanzado en hacer los procesos menos contaminantes, también ha ayudado a acelerar la bancarización de las personas en la región. Por ejemplo, el Banco de la Nación en Perú, gracias a una estrategia basada en la banca por componentes, lanzó la “cuenta DNI” en 2021, lo que permitió dar productos financieros a la población desatendida de ese país, llegando a activar 1.83 millones de cuentas en las primeras seis semanas, con picos de de 89.000 activaciones diarias.
- Transparencia a través de la tecnología: Herramientas –como la calculadora de emisiones de CO2 de Temenos– ofrecen a las instituciones financieras la transparencia necesaria para informar sobre su impacto ambiental, permitiendo a las instituciones monitorear y medir su huella de carbono, identificar áreas de mejora y demostrar su compromiso con la sostenibilidad en un mundo en el que cada vez más clientes muestran preocupación por este tema.
Al mismo tiempo, las entidades que buscan invertir en empresas que cumplan con los criterios ESG pueden acceder a soluciones para evaluar la adherencia a estos criterios con múltiples datos, permitiendo al cliente de un banco tener los insumos para elegir su portafolio considerando este aspecto tan relevante; mientras que las instituciones financieras pueden usar estas herramientas para acelerar el lanzamiento al mercado de productos que cumplan con criterios ESG.