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Empresas latinoamericanas de salud adoptaron telemedicina como canal digital

Debido a la pandemia, la interacción entre las empresas de salud y los pacientes está cada vez más mediada por dispositivos digitales, como smartphones, chatbots o webcams, pero falta incorporar el canal digital a las actividades ordinarias, dice NTT Data.

El 95 % de las empresas de salud de América Latina está adoptando la telemedicina como parte de su estrategia de transformación digital, y el 53 % está utilizando chatbots con disponibilidad integral para agilizar el contacto con los pacientes. Así lo encontró el estudio «El sector de la salud en América Latina: tendencias e innovaciones», realizado por NTT DATA y MIT Technology Review.

Basado en encuestas realizadas a empresas establecidas y startups de seis países de América Latina (México, Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Chile), el estudio muestra que 81 % de las compañías de salud ha aumentado la inversión en servicios de front office para incluir servicios digitales utilizados por los pacientes, al igual que para construir plataformas, sitios web y aplicaciones móviles, o para mantenimiento.

La pandemia, explicó Alejandro Morán, líder global de Salud de NTT DATA, derribó las barreras culturales que tenían los profesionales e instituciones de la salud sobre incluir canales digitales para relacionarse con los usuarios. «Ha habido un cambio drástico en el relacionamiento entre las instituciones de salud y los usuarios a través de la tecnología, y eso ha llegado para quedarse», señaló, comentando que el número de videoconsultas en la región se multiplicó por 100 el año pasado.

Sin embargo, esos esquemas de consulta digital se han generado de manera aislada al resto de la operación del proveedor de salud, por lo que el ejecutivo consideró que el siguiente desafío será incorporar el canal digital a la actividad ordinaria.

Adicionalmente, 55 % de los encuestados afirmó que sus esfuerzos de innovación se dirigen a mejorar la asistencia, centrándose en servicios más rápidos, y para enfrentar desafíos internos, como la gestión de la demanda y la limitada disponibilidad de profesionales de la salud. Solo el 36 % dedican esfuerzos de innovación a la prevención y a la vigilancia epidemiológica, excepto las operadoras de seguros de salud, en cuyo caso es el 100 %.

«A través de la tecnología y los mecanismos de consulta remota, y con la incorporación de dispositivos para medir parámetros y constantes sencillas, estamos ante una oportunidad de hacer real un cambio muy necesario, que es que los servicios de salud puedan evolucionar hacia la prevención y promoción de la salud, para intervenir antes de que la enfermedad ocurra, y luego hacer seguimiento de las enfermedades crónicas», afirmó Morán.

Analítica e IA pueden ayudar con los diagnósticos

Uno de los principales desafíos de los participantes del estudio es acelerar los diagnósticos, y el análisis de datos puede ayudar como elemento de soporte en este proceso. De hecho, 29 % de las empresas encuestadas dijo que utiliza el análisis de datos con esta finalidad. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer antes de que sea posible proyectar sistemas que proporcionen diagnósticos eficaces y eficientes.

Si bien la inteligencia artificial (IA) se menciona en muchos casos por su potencial para apoyar a especialistas en el diagnóstico, aún existen muchos retos de gestión, interoperabilidad y análisis de los datos disponibles que limitan la capacidad de alimentar estos sistemas con más información para refinar su aprendizaje, dijo Alejandro Morán.

El ejecutivo refirió que ya existen empresas en el ecosistema de salud que están apostando por esta tecnología, y recalcó la importancia de que, sin importar cómo se implemente la IA, el algoritmo siempre sea explicable, es decir, que pueda explicar la secuencia lógica que le llevó al resultado propuesto.

Hacen falta estrategias de datos

Aunque el estudio encontró que aunque todas las empresas de salud dijeron que ya cuentan o están implementando alguna estrategia de datos –si bien solo 36 % dijo que su estrategia de datos tiene niveles maduros de uso–, el 3 % dijo que no utiliza datos y no tiene intención de hacerlo; el 25 % aún no utiliza datos, pero han colocado el tema en la estrategia; el 37 % utiliza datos, pero está en una fase inicial; el 27 % utiliza datos para fortalecer las relaciones con los clientes; y el 8.5 % utiliza datos con inteligencia en un punto considerado «excelente».

A nivel geográfico, el nivel de madurez en el uso de datos también difiere. Mientras que en Brasil y en México el 83 % de las organizaciones ya utiliza los datos en su estrategia, en países como Argentina y Chile el porcentaje se reduce al 59 %.

«La implementación de una estrategia de datos es especialmente relevante para los actores del ecosistema», afirmó Morán. «Cuando los datos se recogen y procesan adecuadamente, y se disponen de forma adecuada para los profesionales de salud, la eficacia de las decisiones clínicas, así como la prevención a nivel epidemiológico, aumentan».

Con los datos como agente impulsor, la interoperabilidad (la integración entre cuidados primarios y hospitalarios junto con laboratorios y clínicas) es otro factor de interés para las empresas: el 45 % de los encuestados resaltaron los Registros Electrónicos de la Salud y la interoperabilidad como prioridades estratégicas a corto plazo.

El especialista de NTT DATA manifestó que el objetivo a futuro en los sistemas de salud, con respecto a la interoperabilidad, es hacer posible que los datos circulen y que la información de un paciente esté disponible en todo momento –en el contexto de una red hospitalaria, ambulatoria y/o un sistema de salud estatal o nacional–, sea quien sea el profesional de salud que lo vaya a atender. «Que los datos circulen de manera segura y estén disponibles en un repositorio único», reflexionó.

«Llegar a la interoperabilidad operativa en un sistema de salud pública es muy complejo, y muy necesario. Esto lleva también a la seguridad, ambas deben ir de la mano. Además, no se puede dejar a nadie fuera y por eso es fundamental también la accesibilidad al sistema de salud», detalló Morán.

Colaboración entre actores y alianzas con startups

Otro hallazgo del estudio de NTT Data es la necesidad de buscar la armonía entre los diferentes actores del ecosistema de salud para garantizar la seguridad de la información, especialmente si esta se comparte. En este sentido, tecnologías como blockchain podrían ser aliadas, si bien la falta de conocimiento en torno a esta herramienta dificulta el desarrollo de soluciones apropiadas. Tres de cada diez empresas encuestadas dicen no ser conscientes de la prioridad que la tecnología blockchain debería tener, mientras que 42 % planea abordar el uso de esta herramienta en los próximos dos años.

La colaboración entre las grandes empresas y las startups del sector de la salud (healthtechs) también se aceleró durante la pandemia. Una de cada tres organizaciones afirma estar colaborando con startups para desarrollar productos y servicios. En casi la mitad de las situaciones, la colaboración se lleva a cabo a través de procesos de innovación abierta, con desafíos planteados al ecosistema de startups para encontrar soluciones. Otra vía es la adquisición de startups por parte de empresas más grandes: el 29 % de las empresas optan por esta solución. Por último, el 23 % de las empresas optan por el desarrollo en colaboración de joint ventures.

La escasez de talento también aprieta al sector

Finalmente, Alejandro Morán subrayó el hecho de que la digitalización que el sector de la salud está viviendo requiere un tipo de conocimiento que aún no estaba disponible en cantidad suficiente en las organizaciones, y existe escasez de especialistas con habilidades relacionadas con el universo digital, como las metodologías ágiles, tecnologías específicas y disciplinas de experiencia del cliente.

Por ello, de acuerdo con el estudio, las organizaciones han empezado a crear programas de entrenamiento como una forma de mitigar el déficit de habilidades internas y desarrollar las habilidades necesarias para responder a una realidad donde el distanciamiento social es la norma: 66 % de las empresas encuestadas afirma haber desarrollado programas de capacitación y educación para el entorno digital y el diseño de servicios centrado en el cliente.

Sin embargo, una de cada tres empresas encuestadas afirma que estos programas son opcionales, indicando que sus prioridades de digitalización aún no están centradas en los funcionarios. «Este fenómeno puede dificultar una mayor aceleración de la transformación digital de las organizaciones de la salud», afirmó Morán.

Finalmente, el líder global de Salud de NTT DATA, señaló que es importante considerar la forma en que estos cambios pueden reconfigurar la forma de la salud pública, y cómo se va a reequilibrar el balance entre la salud pública y la salud privada a largo plazo. «Antes de que termine la década, vamos a ver una transformación relevante en el ecosistema de salud», concluyó.

El ecosistema cambia

Medinfluencers

De acuerdo con el estudio de NTT DATA, el canal digital está ganando relevancia y los profesionales de la salud empiezan a transferir sus conocimientos a través de internet y redes sociales, dando lugar a figuras como los medfluencers, una combinación de los términos médico e influenciador digital).

Esta figura no implica que la proximidad entre el paciente y el profesional se vea afectada. En América Latina, la estrecha relación entre ellos ha migrado hacia plataformas de mensajería instantánea, que permiten solucionar dudas específicas, evitar viajes y reducir el número de consultas, aunque surgen desafíos de seguridad y confidencialidad de datos.

Orquestadores y otros jugadores

Las organizaciones de salud están evolucionando hacia orquestadores de sistemas. Las fronteras tradicionales del ámbito de la salud se están difuminando, lo que se ve en forma de operaciones inorgánicas y compras cruzadas entre este tipo de organizaciones. Los actores habituales se están transformando, y hay jugadores perimetrales, como las empresas de retail farmacéutico, que están irrumpiendo en el espacio de salud prestando servicios de baja complejidad.

Asimismo, los gigantes digitales –como Amazon, Google o Apple– también están participando como agentes de disrupción y ganando participación en esquemas de prevención y promoción ofreciendo apoyo a la salud para sus clientes.

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