Mujeres líderes en startups en Latinoamérica superan retos de la industria de TI

La mujer detrás del algoritmo de Xepelin

«Ver a otras mujeres hacer cosas que antes no se asociaban con nuestro género es la mejor manera de convencernos a nosotras mismas de que pertenecemos a cualquier terreno y podemos cambiar lo que sea», afirma Daniela Vega, líder de un equipo de más de 30 científicos de datos, cuyo trabajo constituye el corazón de la operación de la plataforma de soluciones financieras Xepelin en México y Chile.

Después de varios años en el sistema financiero tradicional, tanto en Chile como en México, puso en práctica su talento y su pasión por las matemáticas al desarrollar, junto con Nicolás Restrepo, un algoritmo único entre las tecnofinancieras. Así nació el predictor de facturas, que distingue un número entre cero y mil, con el que Xepelin puede saber qué tan buena es cada factura, es decir, cuál es la probabilidad de que sea pagada o qué tanto riesgo hay de que no se pague. El algoritmo realiza un trámite que antes tomaba una hora en solo dos minutos, y mide alrededor de 50 variables de negocio. Esto se reflejó en un modelo altamente interpretable con aprendizaje automático detrás.

«Xepelin es un negocio, por supuesto, pero está cimentada en el objetivo honesto de evitar que las PyMEs desaparezcan por no saber manejar sus operaciones financieras, específicamente lo relacionado con cuentas por cobrar y cuentas por pagar, lo más sensible y también lo más complicado», cuenta la ingeniera industrial con especialidad en Matemáticas nativa de Colombia.

Vega también impulsa la búsqueda de perfiles de mujeres en STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), por lo cual los equipos bajo su responsabilidad han llegado a un porcentaje alrededor de 40 mujeres / 60 hombres. «Los ejemplos me parecen la mejor fuente inspiración y aspiración. Fue precisamente gracias a una prima que estudió ingeniería que me enteré de que existía un campo laboral en el que podía poner en práctica mi gusto por las matemáticas. Por eso creo que debemos generar esos ejemplos y hacer que las niñas los conozcan, que vean que estas carreras son para nosotras», afirmó.

Aunque la científica de datos y riesgos cree que la verdadera equidad en la vida laboral en América Latina aún necesita alrededor de diez años para consolidarse, también tiene plena seguridad de que se encuentra en un sector que puede ser el pivote para que perfiles como el suyo dejen de ser una excepción.

«Es cierto, todavía es difícil encontrar mujeres actuando directamente en la combinación de tecnología y finanzas, pero eso no es más que otro reto por conquistar», finaliza.