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Tarjetas virtuales pueden ayudar a prevenir fraudes bancarios
El uso de tarjetas virtuales puede ayudar a las empresas a mejorar la seguridad, rapidez y fácil monitoreo de los pagos, así como evitar los fraudes bancarios por internet, cuyas denuncias se incrementaron 52% en 2021.
Con el auge de la vida digital, el fraude y el robo de identidad se han vuelto prácticas aún más lucrativas e inmediatas para los ciberdelincuentes. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) de México, el país terminó el 2021 con un incremento de 52 % en las denuncias de fraudes bancarios por internet, en comparación con el 2020, con más de 76.000 denuncias. Hablando específicamente de términos bancarios, el 95,6 % de estas denuncias se refirieron a la banca múltiple, es decir, a ataques contra cuentas de cheque y productos de ahorro, débito y crédito.
Frente a esta situación, el uso de tarjetas virtuales se ha posicionado como una solución segura y eficiente para hacer cualquier tipo de transacción digital. Desde una plataforma digital que mantenga a salvo sus datos y transacciones, puede emplear estas tarjetas en compras o transferencias por internet de manera libre y segura.
«Es una realidad que el uso y gestión de tarjetas es cada vez más complicado para las empresas por la creciente exposición de los datos personales ante posibles ciberdelincuentes. Por ello, buscamos que los empresarios tengan la facilidad de generar diferentes tarjetas virtuales ilimitadas y seguras para sus empleados, sin importar el momento, lugar o tipo de compra, así como el resguardo total de la información bancaria de los tarjetahabientes», afirmó Andrea Picardi, country manager de Tribal Credit para México.
La ejecutiva explicó algunos de los tipos de tarjetas virtuales que pueden utilizarse actualmente:
- Tarjetas de único uso. Tarjetas cuya utilidad y permanencia se termina cuando se ha hecho un cargo a la misma. Estas tarjetas deben ser generadas por cada compra o pago que se hace en línea que no sea una suscripción recurrente. Por ejemplo, se podría crear una tarjeta de uso único con el monto autorizado para la compra de un vuelo de algún empleado, o la adquisición de su computadora. Se entrega al colaborador la tarjeta virtual con el límite en el monto que la empresa está dispuesta a pagar por la compra. Si el pago es realizado en una divisa extranjera, el límite del pago se realiza con un redondeo a esta divisa por si ocurre un cambio en la moneda.
«Invertir recursos humanos en realizar compras controladas para los colaboradores no es eficiente. Con este producto, el departamento financiero determina el monto límite y el colaborador es responsable de mantenerse en ese rango, ya que la tarjeta no puede excederse», agregó Picardi. - Tarjetas de uso recurrente. Son tarjetas recargables en las que cada mes los fondos se ven renovados de manera automática, dependiendo del límite que se haya designado al crearla. Este límite se puede ajustar directamente en el panel de control de gastos. Pueden usarse para gastos recurrentes de cada mes, como suscripciones, o pago de herramientas, publicidad digital para el negocio, pagos en mensualidades, viajes en auto, consumos de alimentos y bebidas, entre otros.
«El mundo corporativo es cada vez más digital. La pandemia migró muchos negocios al ecosistema en línea y las tarjetas virtuales son una gran herramienta para adquirir productos y servicios por este medio, con la seguridad y eficiencia que los emprendedores necesitan para seguir creciendo y ser competitivos», finalizó Picardi.