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Cuatro estrategias de mejora para las PyMEs mexicanas en 2021
Los retos que las pequeñas y medianas empresas enfrentarán este año se concentran en el control administrativo y la habilidad de aterrizar planes a corto y mediano plazo, afirma Aspel.
De acuerdo con el Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, entre mayo de 2019 y septiembre de 2020, más de un millón de empresas cerraron sus puertas definitivamente a raíz de los efectos causados por la pandemia; en 17 meses, casi el 21% de las PyMEs cerró definitivamente y el 79 % vio disminuidos sus ingresos. Los establecimientos más afectados fueron los de servicios privados no financieros, comercios y manufacturas.
En este escenario, resulta importante detectar los principales obstáculos y áreas de oportunidad que permitan a las pequeñas y medianas empresas crecer y retomar su reactivación económica. Por ello, Aspel, compañía desarrolladora de software administrativo para PyMEs y emprendedores, compartió algunos aspectos primordiales en los que deben enfocarse estas organizaciones para solventar de la mejor manera la situación actual:
Reinvención de estrategias comerciales. Revisar a profundidad el estatus del negocio y conocer el impacto real durante esta época de reactivación es necesario para la toma de decisiones, así como la implementación de estrategias que permitan reinventar los procesos empresariales para concretar la oferta de valor y competir directamente en el mercado: ventas en línea, planes de marketing digital, automatización en la administración, etc.
Mejora en tres ejes: gente, procesos y tecnología. La optimización continua es uno de los desafíos para el 2021. Si bien el 2020 impulsó el home office y la digitalización de procesos, es necesario poner en marcha la evaluación de las competencias de los colaboradores, los procedimientos tanto internos como externos y el uso de herramientas o aplicaciones tecnológicas que reduzcan tiempos, conduzcan a un mayor rendimiento y permitan mejorar la experiencia de los usuarios respecto a los servicios y bienes ofertados.
Conocimiento de los compradores. Entender el comportamiento y la toma de decisiones de los consumidores en línea. Esta tendencia, que se catapultó a raíz del confinamiento, representa un área de oportunidad para reinventar las estrategias comerciales e impulsar aquello que los clientes digitales más valoran: rapidez, experiencia de compra, facilidad de pago, disponibilidad de productos y seguridad.
Por ejemplo, no poder ver si un producto se encuentra en existencia, representa el 48 % de las razones por las que un usuario no volvería a comprar en una tienda en línea, según el Estudio sobre Comercio Electrónico en México 2019 de la Asociación Mexicana de Internet MX. Esto hace necesario contar con soluciones tecnológicas efectivas que permitan eliminar este tipo de problemática para los negocios, como las que optimizan el control de inventarios para atender de forma oportuna el abastecimiento de productos, así como la gestión eficaz del ciclo de compra-venta.
Disciplina y planeación financiera. Reducir los riesgos de liquidez y crear escenarios económicos a corto y mediano plazo resulta imprescindible para aterrizar los planes de negocio y tener control administrativo, sin gastos excesivos y con amplio conocimiento; además, es importante contar con la asesoría de un profesional contable sobre las opciones de financiamiento e inversión para las empresas.