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Tendencias actuales demandan más de los administradores de centros de datos
Hoy es vital que los administradores puedan tener un vistazo de todas las variables importantes de rendimiento de hardware y software dentro del data center, para analizar y tomar decisiones inmediatas en caso de algún inconveniente.
Las nuevas tendencias alrededor de los centros de datos (datacenters) se concentran en migrar a la nube la información que se almacena, la automatización de procesos y tareas, y el aprovechamiento de los datos, mediante buenas prácticas y aplicaciones de big data.
A su vez, estos requerimientos van orientados a la disponibilidad y permanencia de los datos para los cumplimientos legales (este tema es uno de los retos a los que se enfrentan hoy las compañías). Así lo afirma Mauricio López, director de negocios de Ciencia de Datos de Pragma, empresa colombiana del sector de la tecnología.
De acuerdo con lo anterior, estos requerimientos se vuelven cada vez más exigentes en términos de tener soluciones para las necesidades bajo el cumplimiento de las cinco V de big data: velocidad (promesa de servicio), veracidad (calidad garantizada de datos), valor (datos convertidos en información), variedad (amplia gama de soluciones) y volumen (capacidad de consulta histórica).
En ese sentido, Eduardo Parra, gerente de Seguridad y Nube de Telefónica Movistar Colombia, señala que desde Movistar Empresas saben que hoy existe una demanda más alta en la capacidad de energía, al igual que de la adaptación a otros tipos de servicios, como las redes de distribución de contenidos y nubes ubicadas en los centros de datos, que requieren infraestructura de comunicaciones robusta y eficiente.
“Actualmente, el mercado ofrece equipos que ocupan menos espacio, pero que consumen mayor energía, comparado con las versiones anteriores y que, por ejemplo, pueden generar puntos que a la final representan una exigencia en flexibilidad por parte de los administradores de centros de datos”, precisa Parra.
En tanto que Andrés Méndez, CEO de Wigilabs, sostiene que para hablar de esas nuevas tendencias, primero es importante recordar los cinco retos principales que comúnmente tienen los administradores de data centers (DC), como mantener la disponibilidad y el tiempo arriba de los servicios, mejorar la utilización de la capacidad (energía, refrigeración, espacio), la reducción de costos de operación, la gestión del uso y optimización de costos de energía, y mejorar la productividad del personal del centro de datos.
Adicionalmente, asegura que los clientes actuales de los centros de datos, sean los que pagan por el acceso a servicios de infraestructura dentro del DC o aquellos internos para el caso de un data center propio, han cambiado sus expectativas, y que ahora los tiempos de espera que un cliente tolera para tener su infraestructura lista para hacer los despliegues necesarios de sus plataformas son muy pequeños y que, de igual forma, la tolerancia a indisponibilidades de la infraestructura también es muy baja.
“Por esto, ahora es primordial que los administradores puedan tener acceso a un vistazo de todas las variables clave de rendimiento de hardware y software dentro del data center, para analizar y tomar decisiones inmediatas en caso de algún inconveniente, e incluso implementar análisis con aprendizaje automático (machine learning), que permita tomar decisiones proactivamente en pro de mantener altos niveles de servicio”, resalta Méndez, al tiempo que anota que hoy los clientes aplauden la transparencia y que los centros de datos pueden entregar más y mejores herramientas de monitoreo y observabilidad, para que puedan controlar más efectivamente la infraestructura que les brinda este centro de procesos de datos.
Por su parte, Fredy Camilo Vásquez, gerente de Producto y Preventa Datacenter y Cloud
de la Unidad Datacenter y Cloud, para la División Servicios TI de Sonda, considera que los requerimientos para los administradores de centros de datos evolucionan en concordancia con las exigencias y dinámicas del mercado, orientadas a la oportuna y eficaz respuesta a las demandantes solicitudes de los clientes, bien sean internos o externos, y que esas demandas responden cada vez a una mayor velocidad, integralidad y particularidad en la entrega de servicios del data center.
Por ejemplo, añade, los clientes solicitan más niveles de servicios diferenciados en sus necesidades de negocio (menores tiempos de atención y de solución) y la adición de otros nuevos (monitoreo avanzado, conectividad de nube, administración delegada, 5G, internet de las cosas [IoT], Edge, Smart Cities), buscando concentrar en su proveedor de data center capas de valor que sumen a los servicios tradicionales de alojamiento y hosting.
“En la medida en que estos requerimientos son más exigentes, los equipos de trabajo liderados por los administradores deben incorporar esa visión más holística e integral que responda a esa evolución en el portafolio y a esos nuevos niveles de servicio”, afirma Vásquez.
Data center de primera clase
Para que un buen manejo en la administración pueda convertir un centro de datos en un data center de primera clase, el directivo de Sonda advierte que se requiere, desde la gestión, estar basado en un modelo ‘as a service’ proactivo y preparado para responder oportuna y anticipadamente a las crecientes demandas de capacidad y nuevos servicios por parte de los clientes.
En esa línea, el director de negocios de ciencia de datos de Pragma, Mauricio López, dice que las estructuras de los centros de datos en el ámbito administrativo cuentan con varios esquemas que de acuerdo con las necesidades de las empresas pueden adoptarse.
Sin embargo, aclara que una debilidad de los centros de datos es no tener claro cuáles son realmente los KPI-OKR (o indicadores clave de rendimiento y los objetivos y resultados clave –Key Performance Indicators y Objectives and Key Results), que lo pueden llevar a ser de primera clase.
“Para mitigar este constante error, los centros de datos deben estar pensados bajo el entendimiento del día a día de sus usuarios, segmentarlos por tipo de necesidades y priorizarlas para definir una ruta de automatización de procesos que garanticen la correcta gestión en cada uno de los segmentos. Respecto a la relación hardware y software, conocer los KPI-OKR nos ayudan a definir la arquitectura idónea para la clasificación de nuestros datos, la cual debe tener tecnología de punta optimizada para el procesamiento de datos, acompañado de herramientas de gestión a gran escala”, indica López.
Por otro lado, recalca que hacer uso de los datos será una excelente práctica, que facilitará la gestión del centro de datos, mientras que si se cuenta con buena información histórica se pueden definir modelos predictivos de demanda de requerimientos, por tipo y/o segmento, lo que dará la posibilidad de realizar una planeación efectiva de acuerdo con la demanda estimada, trayendo como resultado no solo la satisfacción de los usuarios, sino lograr optimizar los tiempos de las personas de los centros de datos y las dedicaciones en tareas específicas.
“Tener control de lo anterior nos permite especializar personas del DC en temas específicos, basados en la estimación de requerimientos por tipo de usuario, segmento, priorización en urgencia según la solicitud, entre otros”, puntualiza López.
A su turno, el gerente de Seguridad y Cloud de Telefónica Movistar Colombia, Eduardo Parra, cree que para una buena gestión en un data center es fundamental que, como fuente de operaciones, exista la documentación de procesos y el debido cumplimiento de estos, que posibiliten garantizar un control riguroso en cada una de las fases de la operación, así como el mantenimiento de los diferentes sistemas y equipos instalados en el centro de datos, bajo las recomendaciones y buenas prácticas sugeridas por cada uno de los fabricantes.
Igualmente, concluye Parra, la automatización del centro de datos en cuanto gestión y control de la infraestructura que aporte en la predictivos de posibles fallas, sumado a personal idóneo y especializado que permita estar un paso más adelante en la operación de este; establecer los protocolos de bioseguridad y desinfecciones periódicas en las áreas comunes y el área blanca; una seguridad física de vanguardia, que genere confianza y tranquilidad en cada uno de los clientes sobre la protección en el respaldo de su información, y una atención y servicio al cliente oportuna, que brinde soluciones de valor y en tiempos mínimos de respuesta.