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Tendencias 2022 para la industria tecnológica
Expertos chilenos entregan sus proyecciones para el 2022 en ciberseguridad, nube, IA y automatización, telecomunicaciones, conectividad y analítica.
La industria tecnológica termina un 2021 que ha sido muy complejo en aspectos como los procesos de producción, el cumplimiento de metas comerciales y la logística, debido a las consecuencias globales de la pandemia. Entonces, la interrogante que hoy se plantea es qué se espera para el año que se avecina.
Por ello, conversamos con un grupo de expertos de la industria, quienes nos entregan sus proyecciones para el 2022 en áreas como ciberseguridad, nube, transformación digital, inteligencia artificial y automatización, telecomunicaciones y conectividad, e inteligencia de negocios y analítica.
Ciberseguridad
Durante el año 2022, veremos un asentamiento del trabajo híbrido (tiempo dividido entre el trabajo en las oficinas y el trabajo remoto) como realidad, y ya no como una necesidad dadas las circunstancias mundiales. Si bien es lógico pensar que con todo el tiempo que ha transcurrido las organizaciones estarán mejor preparadas para el teletrabajo de lo que estaban a principios de 2020, los líderes de muchas de ellas admiten aún no tener claro el alcance y el impacto del modelo de trabajo híbrido.
«El mayor desafío que este modelo presenta es que expande significativamente la superficie de ataque, lo que significa mayor riesgo. Primero, la migración a la nube y la adopción de software e infraestructura como servicio proporciona a los cibercriminales más oportunidades a las que apuntar en forma de cuentas y sistemas mal configurados, contraseñas débiles y vulnerabilidades. Por otro lado, los usuarios remotos ya no trabajarán únicamente desde sus casas, sino que podrán recurrir a bares y lugares públicos, por lo que se estarán conectando desde redes inseguras y llevando sus equipos de aquí para allá. Por último, muchas empresas han pasado de espacios de oficina propios a espacios compartidos de ‹coworking›, en los que ya no existe un perímetro de acceso físico controlado, sino que muchas personas pueden tener acceso al espacio de trabajo, a los dispositivos, la red y a los usuarios», sostiene Martina López, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica.
Los trabajadores remotos también están expuestos a distracciones en el hogar que pueden llevarlos a hacer clic en enlaces maliciosos. Además, el hecho de estar físicamente a solas trabajando hace que las personas se animen a hacer clic en enlaces que probablemente no abrirían si estuvieran trabajando en una oficina con un colega al lado. Según cifras de ESET, durante el 2020 se detectó, solo en Latinoamérica, el doble de correos de phishing que en 2019; y en lo que va de 2021, la cantidad de detecciones volvió a duplicarse con respecto a 2020. Además, en 2021 van detectados más de 2,1 millones de archivos únicos relacionados con campañas de phishing, 31 % más que en 2020 y 132 % más que en 2019.
López explica que, además de los correos electrónicos, muchos engaños y amenazas se propagan a través de WhatsApp y han visto una gran variedad de temáticas que se han utilizado en los últimos meses, como ayudas económicas suplantando la identidad de un organismo legítimo, falsos premios en nombre de reconocidas marcas, etc. Sin embargo, en un futuro muy cercano, probablemente empecemos a ver engaños cada vez más avanzados y difíciles de detectar potenciados por el uso de tecnologías de aprendizaje automático.
En cuanto a la prevención de incidentes, la especialista de ESET señala que es indispensable que las organizaciones de la región mejoren la gestión de su seguridad. Por ejemplo, migrando hacia una gestión de confianza cero. Este modelo, a diferencia del enfoque centrado en la seguridad perimetral –que se apoya en la premisa de confiar y verificar–, la confianza cero parte de la idea de que, por defecto, las organizaciones nunca deberían confiar en ninguna entidad interna o externa que ingrese a su perímetro. Teniendo en cuenta que el trabajo híbrido aumentó la superficie de ataque, no se puede colocar todos los recursos de seguridad en el perímetro y luego confiar en todo lo que hay dentro de él.
La buena noticia es que este cambio no es drástico. Muchas de las herramientas y técnicas necesarias para la confianza cero, como el control de acceso con menores privilegios o la gestión de activos, ya son utilizadas por muchas organizaciones. A estos controles basta con añadir dos capas cruciales: automatización y orquestación; y visibilidad y análisis. Estos integran todos los controles de defensa en profundidad necesarios para admitir la confianza cero.
López agrega que la implementación de tecnologías potentes como blockchain y el aprendizaje automático a la ciberseguridad resultan claves para hacer frente al panorama de amenazas actuales, y las que están por venir. La primera, porque puede asegurar integridad, disponibilidad y confidencialidad de la información, los tres principios de la ciberseguridad ya que, si bien el uso de blockchain está fuertemente asociado a las criptomonedas, esta tecnología se puede utilizar para otro tipo de activos digitales, como las transacciones financieras o información crítica confidencial (como historias clínicas, documentación, etc.). De hecho, la seguridad basada en blockchain ya está siendo utilizada para la protección de dispositivos móviles e IoT, llevando a un nuevo concepto: el «cifrado de las cosas».
«Si pensamos en la ‹nueva normalidad› que ya estamos atravesando, muchos de los hábitos tecnológicos adoptados en 2021 seguirán siendo parte de nuestro día a día. La comodidad de trabajar o estudiar desde casa, el mayor uso de la tecnología para agilizar trámites o incluso realizar consultas a un médico se han vuelto actividades cotidianas. Las amenazas, sin embargo, seguirán este mismo camino apuntando cada vez más a las tecnologías. En este sentido, las soluciones de seguridad con los nuevos paradigmas ya nos interpela a todos los que utilizamos el mundo digital», concluye.
Nube
El mercado global de la nube alcanzará los US$ 474 billones en el 2022, como consecuencia del impacto de la pandemia y el aumento de los servicios digitales en las estrategias de negocios de las empresas, las cuales están migrando a la nube como pieza central de las nuevas experiencias digitales. Igualmente, la pandemia ha reforzado la importancia de las infraestructuras flexibles y confiables para procesamiento de datos, almacenamiento y conectividad, dada la prevalencia del trabajo remoto y la transformación de aplicaciones hacia soluciones basadas en la nube.
«Las organizaciones utilizarán cada vez más los servicios en la nube para nuevas iniciativas o para reemplazar sistemas existentes, lo que significa que el gasto en soluciones de TI tradicionales se estará reasignando a la nube, cumpliendo con la estrategia ‹cloud first›. Desde el punto de vista de aplicaciones, se observa un incremento en el uso de tecnologías nativas de la nube (por ejemplo, contenedores, Kubernetes y sin servidor), que ayudan a las empresas a construir, mirar y modernizar las aplicaciones más fácilmente para que sean más escalables y seguras», sostiene Heidy Bauer, gerente corporativo de Centros de datos y Nube de SONDA.
La infraestructura como servicio (IaaS) ha mantenido una hegemonía indiscutible como los servicios más demandados durante los últimos años. Sin embargo, se comienza a observar un mayor movimiento en servicios vinculados a la analítica del dato, la inteligencia artificial (IA) y cualquiera de sus disciplinas como el aprendizaje automático (ML). La especialista agrega que el incremento en la demanda de estos servicios hace presagiar que las empresas se están embarcando en ese viaje hacia el dato para conseguir su explotación como un activo más de la organización, apalancándose en soluciones PaaS (plataforma como servicio).
«Un aspecto importante para tener en cuenta para el 2022 es todo lo relacionado con seguridad, gobierno de datos y el control de costos, ya que son los puntos críticos que ralentizan una migración más acelerada a la nube. Para ello, los servicios profesionales asociados a migración, arquitectura e implementación de soluciones, gestión de la seguridad y planificación de recuperación de desastres serán claves para apoyar a las empresas en su viaje a la nube. En lo que a control de costos se refiere, FinOps aparece como el modelo que permite optimizar los costos de la nube, proporcionando un marco de trabajo que integra a todos los equipos que trabajan en la nube, tanto en los aspectos técnicos como comerciales, permitiendo sacar el mayor rendimiento, reducir los costos y ofrecer al cliente un servicio de mayor calidad», concluye Bauer.
Transformación digital
Pablo Torija, gerente de Servicios de Adexus, señala que, para el 2022 la priorización de los datos continuará siendo el gran líder en la industria TI. En este sentido, saber cómo gestionar, particularmente aquello que nos ayuda a conocer y compartir la experiencia de los clientes, será clave para el año próximo. Consecuentemente, continuará siendo diferencial el procesamiento de los datos para tener dicha información, velocidad y método, para sacar conclusiones y realizar propuestas de fidelización.
«Tecnologías como big data, inteligencia artificial, gestión de lagos de datos, computación de nube e IoT van a lograr un mayor impacto y grado de adopción dentro de las organizaciones, precisamente porque van en línea con el dinamismo, precisión y evolución que la gestión del volumen de datos requiere para la toma de decisiones en base al conocimiento y necesidad de los clientes. Esto con el objetivo de diferenciar la propuesta hacia ellos por parte de cada compañía. Además, no podemos dejar de lado una de las áreas que adquirió más fuerza con la llegada de la pandemia. Estamos hablando de la computación de nube, que ya es parte de la nueva normalidad. En efecto, se percibe un mayor conocimiento en el mercado TI sobre la nube, ya superando temores de años atrás, y se evalúa con base en su esencia, es decir su flexibilidad, adaptabilidad, administración de picos y soluciones como servicios (SaaS), no solo capacidad de procesamiento», dice Torija.
Inteligencia artificial y automatización
La pandemia aceleró la transformación digital de las empresas, y el caso de la inteligencia artificial y la automatización no es la excepción. Sin embargo, mientras estos últimos dos años se trató de adoptar con mayor rapidez estas tecnologías para impulsar los negocios, el 2022 estará marcado por darle escala a la estrategia tecnológica.
Las empresas latinoamericanas están avanzando en este sentido y en el estudio de Accenture, «Technology Vision 2021», un 42 % de los ejecutivos de la región dijo que escalaría la inteligencia artificial, mientras que un 25 % la automatización de procesos con robots (RPA). Esta es una muy buena noticia, porque escalar significa aplicar las tecnologías a través de toda la empresa y no en silos o para proyectos específicos. En 2022, sin embargo, esos porcentajes deben ser mucho más altos para que las empresas puedan mantenerse competitivas en un mercado en constante cambio.
«Todo este cambio está empujando a las empresas a replantearse cómo se comunican con las personas y a organizar el negocio en torno a la entrega de experiencias excepcionales. De esa forma, la IA conversacional tendrá un importante crecimiento en 2022. La adopción de chatbots e interfaces conversacionales está alcanzando una escala sin precedentes a nivel mundial. Para el próximo año, 70 % de las interacciones con los consumidores a nivel global contará con tecnologías emergentes, mientras en 2018 esa cifra alcanzaba solo un 15 %. Además, hacia el 2025, el mercado de la IA conversacional alcanzará los $13,9 mil millones a nivel mundial», explica Francisco Rojas, director ejecutivo de Inteligencia Aplicada de Accenture Chile.
Sin embargo, gran parte de las empresas están recién comprendiendo la complejidad de la conversación y los diversos mecanismos que intervienen incluso en las interacciones más básicas, y los puntos de tensión que este tipo de tecnología puede crear. En el 2022, las empresas deben avanzar hacia tecnologías que permitan una comunicación más fluida con sus consumidores. «Para empezar, debemos distinguir entre la IA que imita la conversación humana y la que la mejora y aumenta. Mientras que hay un momento, un lugar y un caso de uso para las interfaces conversacionales básicas, hay formas menos obvias y quizás más poderosas de aprovechar la tecnología al servicio de la conversación. Identificarlas significa comprender las distintas características de los diferentes tipos de IA, y cómo cada uno se puede aprovechar para aumentar la comunicación, superar las limitaciones humanas y satisfacer las necesidades de los clientes», agrega.
Rojas expresa que otra tendencia que marcará el 2022, en cuanto a inteligencia artificial, es el surgimiento con más fuerza de la computación cuántica, la cual podría transformarse en una de las tecnologías más disruptivas de todos los tiempos. Esto porque permite encontrar la solución óptima en áreas como la logística y la programación; acelerar las capacidades en áreas como el mapeo de características, las soluciones de ecuaciones lineales, la agrupación y la regresión; y mejora sustancialmente las capacidades de simulaciones de las empresas. Sin embargo, para ello es necesario la escala y el 2022 será el comienzo. De acuerdo con el estudio de Accenture, el 25 % de las empresas latinoamericanas ya está escalando hacia la computación cuántica.
«Otra tendencia clave de inteligencia artificial y automatización para el 2022 es la aceleración de la capacitación de las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías. La automatización es una realidad y eliminará muchos de los roles que conocemos hoy. Sin embargo, la tecnología tiene también el poder de potenciar el talento humano y para eso la capacitación es clave. Los ejecutivos de la región reconocen esta urgencia y un 85 % afirma que está invirtiendo de forma importante en el reskilling de sus colaboradores», comenta el experto.
Telecomunicaciones y conectividad
A juicio de David Iacobucci, director comercial en Lumen Chile, durante el 2022, se va a sostener la necesidad de mantener el acceso remoto con una calidad de servicio adecuado, ya que el trabajo híbrido hará que muchas personas trabajen desde lugares distintos a la oficina. De hecho, como parte de los beneficios asociados a la posición, muchas empresas ofrecen la oportunidad de trabajo híbrido. Esto genera un estrés evidente sobre las redes de acceso domiciliaria, ya que las personas necesitan un nivel de servicio estable.
Además, en seguridad se van a seguir incrementando las necesidades de control y protección de equipos remotos, incluyendo dispositivos móviles, ya que éstos pueden resultar ser los puntos más vulnerables y podrían comprometer la seguridad de los sistemas y la información de las organizaciones.
«Por otro lado, sigue el proceso de viaje a la nube, ya con experiencia y conocimiento de costos y necesidades, en especial las relacionadas con la latencia y la estabilidad de los servicios. Por ello, muchas organizaciones buscan tener acceso a las nubes dedicadas y dejar los accesos vía internet para aplicaciones no tan críticas. Asociada con esta realidad, se continúa trabajando en traer el contenido lo más cerca posible de los clientes. Por ejemplo, los clientes de Lumen pueden pedir servicios localmente para acceder a los servicios de Google Cloud disponibles en la Región de Santiago de Chile, recientemente inaugurada», explica Iacobucci.
Inteligencia de negocios y analítica
Cristián López, CEO de Unitti, advierte que este 2022 las empresas deben preparar sus datos si quieren esperar algo nuevo de ellos: «La estrategia centrada en los datos solo se alcanza si éstos están limpios, de lo contrario nos llevarán a un fracaso. Si ya superamos lo anterior, el límite es solo el presupuesto y el tiempo, ya que tecnologías de inteligencia artificial que buscan adelantarse a las necesidades de los clientes hay muchas. Toda la tecnología BI lleva décadas de antigüedad, y el no contar con ella en empresas que almacenan mucha data es porque algo están haciendo mal. Lo que las compañías que han seguido el camino correcto deben esperar es ampliar la capacidad de cómputo, e incorporar inteligencia artificial a partir de modelos de aprendizaje automático que buscan entender comportamientos, predecirlos y ocuparse de hacer algo con esta información».