Tierney - stock.adobe.com
Presente y futuro del cómputo en la nube en América Latina
La pandemia de covid-19 ha impulsado el uso de la nube en las empresas, y los expertos esperan que esto aumente y se consolide en los próximos años.
La computación en la nube, en sus diferentes modalidades, es una de las tendencias tecnológicas de mayor impacto en la gestión empresarial de los últimos años, y su futuro se ve aún más expectante. Ya sea nube pública, privada, híbrida o distribuida, las compañías han ido conociendo y aprovechando sus diversas características para potenciar la agilidad de sus negocios, reducir costos y mejorar su flexibilidad y escalabilidad.
Según un estudio de Gartner, que analizó el comportamiento de los servicios de nube desde 2017 y proyectó su uso hasta 2023, el 22 % de las aplicaciones de negocio de los clientes encuestados estaba en nubes públicas en 2019. La consultora proyecta que, en 2023, este número crecerá al 40 %. Coincidentemente, según IDC, la mitad del gasto de TI se destina a la nube, lo que se espera que alcance el 60 % de toda la infraestructura de TI y de todos los gastos en software, servicios y tecnología en 2020.
Además, la adopción y uso de la nube y su entrega de servicios computacionales a través de internet –como servidores, almacenamiento, bases de datos, redes, aplicaciones y capacidades como analítica de datos, blockchain o inteligencia artificial– han visto incrementados su adopción y uso este año debido a la pandemia de covid-19.
“Actualmente, cloud computing es una necesidad de cualquier negocio en su transformación digital y oferta de productos o servicios digitales. Gracias a sus enormes beneficios y la oferta creciente de grandes proveedores, la adopción de cloud computing es una tendencia mundial, teniendo el año pasado un gran crecimiento tanto a nivel de grandes empresas como gobiernos, pero también de usuarios que utilizan aplicaciones o servicios a través de la nube. Sin embargo, en el mundo de la micro, pequeña y mediana empresa, su nivel de adopción tecnológica está en transición, obstaculizado por temas de capital humano especializado o de conocimiento respecto a los beneficios que se pueden obtener por sobre los costos”, sostiene Ricardo León, director de estudios de Fundación País Digital.
Gustavo Gurmandi, ingeniero de ventas en Citrix para SOLA, concuerda con esta evaluación. “Actualmente, vemos una madurez en el conocimiento de los clientes sobre el cómputo en la nube, lo que permite una mejor adopción de estas tecnologías. Dentro de este aprendizaje, las empresas han tomado la conciencia de las ventajas que tiene el cómputo en la nube y también han aprendido el desafío que presentan cuando queremos mantener costos, un control simplificado y dar una experiencia de usuarios única”, dice.
Esta madurez va en aumento, por lo que se espera que la tecnología termine de consolidarse en América Latina durante los próximos años, indica Juan Carlos Saba, docente de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones Duoc UC Sede San Carlos de Apoquindo. “Aunque hoy solo el 25 % de las empresas demandan soluciones de nube en sus diversas modalidades de servicio IaaS, PaaS y SaaS, en los siguientes tres años es muy probable que se duplique la demanda de los servicios respecto a 2020”, dice.
De acuerdo con el estudio “IDC Latin America IT Investment Trends 2H19”, publicado en diciembre de 2019, durante el año pasado se invirtió el 11,3% del presupuesto de TI en contratar servicios de nube pública y la expectativa es que durante el 2020 se incremente hasta un 13 %.
Este cambio, a juicio de Carolina García, gerente de soluciones de centros de datos en Cisco Chile, se debe a que las organizaciones están tratando de aprovechar la nube y los microservicios para modernizarse y entregar sus aplicaciones de manera más ágil, flexible al desarrollar cada vez más en PaaS, alojar soluciones en IaaS y adoptar ofertas SaaS.
“Todo esto en el esfuerzo de iterar más rápidamente para brindar mejores experiencias que los diferencien de sus competidores y estén a la altura de la barra de experiencia de usuario establecida. Como resultado, el mundo de la nube continúa creciendo en tamaño, capacidades, diversidad y, en consecuencia, en oportunidades. Al mismo tiempo, también está creciendo en complejidad: con cada aplicación, las organizaciones deben enfrentar un entorno de múltiples nubes que continúa siendo más poderoso y complejo al mismo tiempo. Todas las aplicaciones, datos y usuarios deben estar protegidos, en todas partes. A este panorama ya complejo se le suma una creciente cartera de herramientas de desarrollo de aplicaciones. Vemos por lo tanto un uso creciente de entornos híbridos, con integración entre sus entornos locales y nubes públicas seleccionadas”, afirma.
Tendencias que dan forma al camino de la nube
Según los expertos, las principales novedades vienen dadas por la automatización y las herramientas de administración y orquestación multinube (multicloud), para aprovechar de mejor manera la nube híbrida.
De acuerdo con estudios de Gartner e IDC encargados por NTT, para el 2022, el 60 % de las empresas habrán invertido en automatización y orquestación para aplicaciones nativas en la nube. “Es decir, aplicaciones que nunca estuvieron en ambientes tradicionales de cómputo. Y hacia 2023, las aplicaciones de inteligencia artificial basadas en la nube se quintuplicarán con respecto a 2019, pasando a ser uno de los servicios más importantes alojados en nube”, confirma Maksim Mondeja, consultor principal de NTT Chile.
En ese sentido, García, de Cisco Chile, explica que la diversidad que conforma los entornos multinube es la nueva normalidad. Con diferentes tecnologías, acuerdos de nivel de servicio (SLA), interfaces de usuario, servicios y aplicaciones, todo lo cual seguirá en expansión y crecimiento. “Las organizaciones seguirán evolucionando en cuanto a su hardware y software local para aprovechar las aplicaciones en la nube, los servicios y las nuevas metodologías de desarrollo, expandiéndose a múltiples nubes públicas y proveedores de SaaS para capitalizar la innovación y la escala de los servicios proporcionados por el creciente ecosistema multicloud”, destaca.
También hay interés por el uso de la nube para potenciar el teletrabajo. “Dada la situación actual, varias empresas impulsaron planes de teletrabajo de forma rápida con soluciones de VPN, que no permiten tener visibilidad, ni una gran experiencia de usuario. Dentro de las novedades importantes, podemos mencionar el uso con aprendizaje automático incorporado para entender y proteger en tiempo real el espacio de trabajo del usuario, sin comprometer la experiencia”, señala Gurmandi, de Citrix.
De acuerdo con IDC, hay un mejor entendimiento de las soluciones basadas en nube –más allá de pasar de CAPEX a OPEX– y de sus beneficios para minimizar el impacto de la paralización "física" de las empresas, reemplazándolas por una operación "remota". “Identificamos que el foco de las inversiones en estos meses de transición está enfocado en emplear modelos de trabajo reconfigurables y dinámicos; conectar la organización y a los individuos sin importar su locación, situación y contexto; volver más eficientes los principales procesos de la organización; y reducir los costos lo más que se pueda”, sostiene Enrique Phun, analista de software para IDC Latinoamérica.
Qué viene en el futuro para la nube
Nuevas soluciones más poderosas, más flexibles, con alta disponibilidad y a precios más bajos son algunos atributos que se esperan para la nube. A juicio de Nicolás Goncalves, gerente de OTIC y BPO de Adexus, el futuro tiene una combinación de entornos híbridos que permitan mover cargas desde y hacia la nube, dependiendo de las necesidades puntuales de cada negocio. “Por esto, todos los fabricantes de hardware tienen disponibles ofertas de infraestructura que se comportan y se comercializan de la misma forma que la nube pública. No todo tiene que estar en el centro de datos tradicional ni todo puede ir a las nubes públicas. Los volúmenes de datos que se manejan y la evolución de los procesos que rigen a las distintas industrias hacen que el futuro sea un híbrido entre las nubes privadas y las públicas”, expresa.
Mondeja, de NTT Chile, revela que, debido a la pandemia, espera una consolidación aún mayor de las soluciones de nube al eliminar la dependencia de la infraestructura tradicional, cuyo soporte y operación se complejiza con el paso del tiempo. Además, el mercado de nube pública se seguirá consolidando en las llamadas “mega plataformas”; se estima que, para 2023, el 75 % de las aplicaciones que utilizan la nube pública estarán en las cinco plataformas con más participación de mercado. “La gran competencia que existe entre estas hará que la complejidad y costos de migrar a la nube sea cada vez menor. Así mismo, se ve una tendencia a la proliferación de soluciones de software basadas en la nube específicas para la industria de los clientes, lo que permitirá sustituir las aplicaciones legadas que no han podido ser migradas a las nubes existentes actualmente”, indica el ejecutivo.
Con la consolidación del mercado, se espera que nuevos actores ingresen a competir en él. “Según mi opinión, se podrán incorporar nuevos actores a la competencia. Hoy los principales actores del mercado son Amazon AWS, Microsoft Azure, Google Cloud, Oracle Oracle Cloud, IBM Cloud y Alibaba Cloud. Es muy probable que pronto se incorporen otros competidores más pequeños. Existe un mercado suficientemente grande para incorporar a nuevos proveedores, quienes seguramente tendrán que apostar a una estrategia de liderazgo en costo, ofreciendo tarifas más económicas”, advierte Saba, de Duoc UC.
Avances utilizarán la nube como plataforma
De acuerdo con IDC, se proyecta un aumento de soluciones basadas en plataforma como servicio (PaaS) como analítica de big data, inteligencia artificial y gestión del contenido. “Adicionalmente, con el aumento de tiendas virtuales también vendrá un incremento en soluciones ligadas a la experiencia del usuario, logística, geolocalización en tiempo real, por citar algunos ejemplos. A mediano y largo plazo, estimamos un retorno a los proyectos de migración de infraestructura que fueron dejados de lado por el efecto del covid-19; y el incremento de soluciones basadas en aprovechar los datos de las empresas para generar valor agregado y diferenciación”, detalla Phun, de IDC.
Otra tendencia futura es la consolidación de la inteligencia artificial en la nube. Al respecto, Rodrigo Acevedo, gerente general de Entersoft, explica que la tecnología 5G posibilita la próxima era de empresas orientadas por inteligencia artificial y alimentadas con razonamiento cognitivo, aprendizaje automático y aprendizaje profundo, al aprovechar enormes cantidades de datos conectados por primera vez mediante redes generalizadas. “Posibilitar la IA en la nube, la red central y la periferia permitirá obtener perspectivas que, de otro modo, sería imposible conseguir. La tecnología 5G y la internet de las cosas ofrecerán la posibilidad de capturar, guardar y mover datos de dispositivos a gran escala, y alimentar las tomas de decisiones basadas en datos”, enfatiza.
Finalmente, León, de Fundación País Digital, proyecta que estar en línea y ofrecer una cartera de productos y servicios de forma eficiente y con gran potencial de escalabilidad se está transformando en la norma en la esfera TI. “La migración a entornos en la nube se convertirá en el patrón para cualquier empresa. Además, el uso de múltiples servicios a la vez, capturando lo mejor de varios mundos y sus actualizaciones, ofrecerá mejores alternativas y grandes desafíos a la infraestructura en términos de transferencia de datos, interoperabilidad y desarrollo de servicios informáticos. Más aún, cuando al interactuar con las nuevas aplicaciones de analítica de datos, machine learning, inteligencia artificial o blockchain, el uso de computación en la nube otorga características cruciales al momento de ofrecer nuevas capacidades en los servicios a desarrollar, y donde lo inteligente, seguro, resiliente y flexible se consolidan como la oferta mínima a ofrecer”, concluye.