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Marushka Chocobar: La transformación digital impacta en las personas
La Secretaría de Gobierno y Transformación Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú busca digitalizar e integrar todo el sector público del país.
Lo mejor de trabajar en el sector público no es un sueldo, ni viajar, ni el reconocimiento: es el impacto que tienes en la vida de las personas. De ahí la importancia de sacar adelante con éxito uno de los esfuerzos más ambiciosos que un estado puede realizar: su completa transformación digital. En una empresa, un proyecto de este tipo requiere no solo de un plan y una estrategia que integren la visión de lo que se quiere lograr y los objetivos de negocios para toda la corporación, y que tenga en cuenta el cambio requerido en la cultura organizacional, sino también el equipo adecuado para llevarlo a cabo.
En el caso de un país como Perú, esta titánica tarea se encuentra en manos de Marushka Chocobar, secretaria de gobierno y transformación digital de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), y conlleva regir un sistema nacional de transformación digital que involucra todo el sector público (desde los grandes Ministerios, hasta las pequeñas municipalidades) y su ecosistema, y coordinar con el sector privado, a partir de una política nacional de transformación digital.
Los objetivos son ambiciosos, pues incluyen estrategias para lograr: un gobierno digital (que engloba identidad digital, interoperabilidad, seguridad digital, gobernanza de datos, arquitectura digital y servicios digitales), la transformación digital (incluyendo economía digital, conectividad digital, educación digital, comercio electrónico, innovación digital, sociedad digital, ciudadanía digital e inclusión digital) y la confianza digital (que incorpora datos activos estratégicos, datos abiertos, ética digital, seguridad digital, tecnologías digitales 4RI, protección de datos y protección del cliente digital) para todo el estado hasta el 2030.
En una entrevista exclusiva, la funcionaria habló sobre sus labores, sus principales logros –como establecer una ruta clara de gobernanza digital para el país sudamericano–, los desafíos de su gestión y la importancia de la comunicación y la consulta ciudadana en cada uno de los avances.
Nota del editor: Esta entrevista fue dividida en dos partes, por cuestiones de longitud y claridad. Esta es la primera parte, y puede revisar la segunda parte aquí.
¿Cuáles son sus tareas como secretaria de gobierno digital de la Presidencia del Consejo de Ministros?
Marushka Chocobar: La Secretaría de Gobierno y Transformación Digital tiene cuatro grandes tareas. La principal es liderar el proceso nacional de transformación digital (TD), donde convergen el sector público, el sector privado, la academia y la sociedad civil. En ese sentido, –con esa visión de liderar este proceso impulsando el uso de tecnología digital para la mejora y la reactivación económica, los beneficios sociales y de valor para las personas– somos ente rector (es decir, que lideramos la rectoría) del Sistema Nacional de TD y de la aplicación de la Política Nacional de TD.
Cuando hablamos del Sistema Nacional de TD hablamos [de algo semejante] a un ecosistema del sector privado: en el estado se llaman sistemas funcionales. Significa que se ponen en coordinación, en articulación, todas las entidades, organizaciones, academia, todos aquellos que tienen un rol en la transformación digital. Entonces, lideramos el proceso nacional de TD, somos ente rector del Sistema Nacional de TD (es decir, de todo el ecosistema que se forma para ello), e implementamos la Política Nacional de TD.
En la implementación de la Política Nacional de TD: la política es como la gran visión, hacia dónde vamos de aquí al 2030, y eso aterriza con las estrategias nacionales: la estrategia nacional de inteligencia artificial, la de gobierno de datos, la de innovación digital, la de talento digital, la de seguridad y confianza digital y todo lo que involucre tecnologías disruptivas en favor de la ciudadanía.
¿Cuáles considera que son sus principales logros hasta ahora?
Marushka Chocobar: Primero, haber establecido una ruta clara para la gobernanza digital en el Perú. Está muy vigente la palabra gobernanza, porque significa la posibilidad de ejercer gobierno. ¿Qué significa? Que puedes articular, consensuar, respetar competencias y al mismo tiempo ejercer rectoría; que puedes desplegar plataformas y al mismo tiempo incubar, que puedes impulsar regulaciones restrictivas para lo que corresponda, pero también regulaciones ágiles; que puedes conformar sandboxes regulatorios para poder darle viabilidad a los nuevos modelos de negocios. Estos avances han sido reconocidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el informe de gobierno digital de 2019, y también por la ONU en el crecimiento de los indicadores del Perú en temas digitales que mide la ONU cada dos años.
Además, hemos fortalecido esta gobernanza digital. Hemos evolucionado, de ser una secretaría solamente enfocada en gobierno digital, a ser la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital, lo que involucra más allá de la digitalización del estado. Nos encargamos de la digitalización del estado, [pero también] de impulsar la economía digital, la conectividad… [Somos parte de la] PCM (Presidencia del Consejo de Ministros) y [esta entidad] articula los esfuerzos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, del Ministerio de Educación para dar conectividad y llevar contenidos a los niños y a los docentes, a los emprendedores y a la ciudadanía en general. Ese es el primer gran paso, porque con una buena gobernanza las cosas funcionan mejor.
Segundo, el fortalecimiento de las competencias de la secretaría. Hoy se cuenta con un sistema de TD nacional que tiene, de manera no limitativa, una serie de competencias. La secretaría se forma en 2017 con el nuevo reglamento, organización y funciones de PCM de ese momento, y no se tenía una ley de gobierno digital. En 2018, se aprueba la Ley de Gobierno Digital y se establecen las competencias de la secretaría [ver Figura 1]. Pero luego se amplían las competencias hacia TD, economía digital, todo lo que involucra el uso ético de las tecnologías digitales, sociedad digital, ciudadanía digital… de hecho, la política nacional de TD está basada en la ciudadanía digital.
Entonces, el primer paso ha sido gobernanza, el segundo paso ha sido la construcción y el fortalecimiento de las competencias. Hoy la secretaría tiene centros nacionales a cargo, laboratorios, la red de innovadores digitales a nivel nacional.
El tercero, considero que ha sido organizar mucho más los reportes internacionales que permiten que el Perú sea hoy visto casi como un referente en algunos temas, como identidad digital y reconocimiento internacional de firma digital transfronteriza, que son avances importantes.
Finalmente, hemos avanzado en materia de confianza digital. Siempre hemos hablado de ciberseguridad, y en el Perú eso cambió para poder hablar sobre confianza digital. Si tienes un riesgo de ciberseguridad, eso impacta en la vida de las personas, nos preocupamos, eso es lo que dicen nuestras leyes hoy en el Perú, y eso está alineado a lo que la OCDE impulsa.
¿Cuáles han sido los principales retos que ha tenido que abordar?
Marushka Chocobar: Primero, el que dejemos de lado el gobierno electrónico, el concepto de «fierros» y que en la tecnología todo es de sistemas y de soporte. Eso no es tan fácil; no lo ha sido, de hecho. La crisis sanitaria fue el detonante más claro.
Antes era un tema complicado que el titular de un pliego [el jefe de una institución pública principal] tuviera en la mente lo digital como un acelerador o catalizador del logro de sus objetivos. Siempre era «el sistema de información». Entonces, evolucionamos los sistemas de información para empezar a hablar de plataformas digitales, porque el sistema es solo tecnología, pero la plataforma involucra a la persona que lidera y a los ciudadanos. Y eso tiene un nombre: eso es cambio cultural. El cambio cultural de la alta dirección de dejar de ver lo digital como soporte, y del funcionario (y el ciudadano) de mirar la tecnología como un gran habilitador de oportunidades.
El segundo reto, definitivamente es la articulación. El estado es como una gran empresa, cuya área de finanzas es el Ministerio de Economía y Finanzas, cuya área de responsabilidad social es el Ministerio de Inclusión Social, cuyo gran directorio es el Consejo de Ministros, el Consejo de Estado, y cuyas dificultades impactan a 32 millones de personas. Cualquier cosa que hagas en el estado –y eso es lo motivador de trabajar en el estado, el propósito– impacta en la vida de las personas.
¿Cómo se hace para perfilar el plan para la transformación digital de todo un país, cuando para una empresa resulta complicado e incluso hay casos de fracaso?
Marushka Chocobar: Para que cualquier plan, plataforma o servicio que quieras hacer, ya sea en el sector público o privado (pero mucho más en el sector público), funcione o tenga sentido, y sea utilizado –desde lanzar una aplicación, hasta diseñar una política– absolutamente todo tiene que ser consultado con la ciudadanía. Nosotros hemos comenzado así. Para [elaborar] el reglamento de la ley de gobierno digital fueron muchísimos talleres a nivel nacional, con expertos y no expertos en tecnología, para poder construir un reglamento que fuera accionable. Porque, desde Lima, no se puede decir «hágase», porque la realidad de la municipalidad [gobiernos locales] es que no tiene conectividad, que el alcalde tiene poco personal, etcétera. Entonces, hay que abrir las estrategias para recibir retroalimentación. Eso era difícil en cuestiones de logística antes de la pandemia –tenías que tomar un avión, enviar especialistas, y era una logística compleja la rendición de cuentas– pero ahora se envía una invitación digital y tienes tres mil personas conectadas. Es maravilloso.
Pero, segundo, ya esa es una parte de los seres humanos: no nos gusta recibir retroalimentación negativa. Por eso, cuando lanzamos un servicio digital en [la plataforma] gob.pe, siempre tiene una retroalimentación inmediata: es decir, un «me gusta» o «no me gusta», porque es el mismo lenguaje de la ciudadanía. Todos los «me gusta» indican que le sirvió la información al ciudadano. Los «no me gusta» se gestionan rápido en una plataforma, lo que permite asignar a un responsable; la sumatoria de esos «no me gusta» se tipifican y resuelven algo, desde que la letra es muy chica, hasta que no les genera valor el contenido.
Entonces: abres, consultas, incorporas (y que las personas se dén cuenta que has incorporado sus recomendaciones). Eso es para empezar. Luego, mantienes absolutamente informada a la ciudadanía sobre lo que vas a hacer. Para eso, la plataforma gob.pe es muy valiosa, porque ponemos allí absolutamente todo.
La política de TD ha sido diseñada con más de 15 mil personas de Lima, de provincias, con gente experta, con gente no experta; hemos hablado con comunidades nativas amazónicas, con personas víctimas de violencia; personas que no saben de tecnología, pero que saben que la tecnología los puede ayudar. Así, cuando ya lanzas la política, no es una sorpresa para nadie: todos tuvimos que ver con eso. Entonces no es trascendente quién dirija la transformación digital, porque la ciudadanía ya tiene un pedacito de hoja de ese gran documento. Esa capilaridad, y la exigencia de la ciudadanía, es la única manera.
¿Cómo se consigue el presupuesto para todo esto?
Marushka Chocobar: La secretaría tiene un presupuesto conservador en la Presidencia del Consejo de Ministros. Sin embargo, hay dos cosas que son interesantes e importantes. Primero, en la ley de gobierno digital [se estipula que] la secretaría emite opinión técnica previa en cualquier proyecto de tecnología transversal que se implemente en el estado. Por lo tanto, el presupuesto resulta de la sumatoria de los presupuestos de las entidades en materia digital dado que, cuando se emite opinión sobre lo que desplieguen otras entidades públicas, en el ejercicio de la rectoría, el impacto es mayor. Entonces se cuenta con una forma eficiente de utilizar los recursos públicos. Segundo, existen cerca de 600 millones de dólares de financiamiento en proyectos de gobierno y transformación digital financiados por el BID, y ello tendrá resultados en el corto plazo.
Como emitimos la opinión técnica previa, esto permite que nuestro presupuesto no sea solo el de la secretaría, sino el de todo el estado. A eso se suma los esfuerzos del laboratorio de gobierno y transformación digital, que recibe cooperación directa del sector privado: no de dinero, sino de expertos, de tecnología, de plataformas, de capacitación, etc. Además, trabajamos de la mano con los gremios; por ejemplo, con ASBANC (Asociación de Bancos del Perú) venimos impulsando el uso de billeteras digitales a nivel de todos los mercados. Eso nos permite ir abriendo camino.