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La relevancia del social commerce para las compras del Buen Fin
El rol de las reseñas y los influencers, los métodos de pago y las ventajas percibidas de ambos canales de compra son analizadas en un informe de compras de Rapyd en México.
El comercio social, o social commerce, está teniendo un crecimiento interesante en México, por lo que debería ser observado por las organizaciones que venden productos o servicios. Más aún, iniciativas como el Buen Fin no deberían ignorar este canal, ya que en el país hay más de 100 millones de usuarios que acceden a redes sociales, es decir el 77.2% de la población.
Rapyd, una firma Fintech-as-a-Service (FaaS) global, realizó en agosto una encuesta entre más de 400 usuarios de servicios financieros para explorar la preferencia de los mexicanos por el eCommerce o el social commerce, según el tipo de compra a realizar.
De acuerdo con el estudio, si bien el 41% de los encuestados sigue prefiriendo el comercio electrónico, un 20% ya prefiere comprar por social commerce, mientras que a un 38% le resulta indistinto un canal u otro, lo cual ofrece potencial de crecimiento para el social commerce.
Sin embargo, las compras de bienes o productos de alto valor son preferidas en plataformas de eCommerce por casi un 70% de los encuestados. El estudio muestra que el social commerce en México está asociado a compras más impulsivas y de productos más económicos, y un 60% de los encuestados estuvo de acuerdo con esta reflexión.
Otros diferenciadores tienen que ver con la facilidad de uso y la credibilidad; entre los aspectos más valorados del comercio electrónico destacan la facilidad y rapidez (59%), la posibilidad de comprar las 24 horas (58%) y la oferta de métodos de pago disponibles (42%); mientras que el 83% de los encuestados confían en las reseñas de los sitios de venta en línea, pero un 66% cree que las recomendaciones de los influencers en redes sociales son honestas y creíbles.
De acuerdo con el análisis de comercio social llevado a cabo por Rapyd, 57% de los encuestados ha realizado una compra por social commerce. De este segmento, el 88% afirmó haberlo hecho en Facebook, un 39% en Whatsapp y un 30% en Instagram; con 52%, ropa e indumentaria encabezan la preferencia de compras, seguidas por artículos de cosmética y belleza (37%) y alimentos y bebidas (35%).
Los métodos de pago más comunes para este tipo de compras son la transferencia bancaria (54%), PayPal (51%) y tarjeta de débito (41%), aunque también hay un porcentaje importante de pagos en efectivo en tiendas de conveniencia u otros puntos de venta (29%), incluso entre un público mayoritariamente bancarizado.
Esto denota cierto temor de exponer los datos bancarios, lo cual nos lleva a las siguientes cifras: las principales preocupaciones que genera el social commerce entre los encuestados mexicanos son que el comerciante resulte un estafador (67%), la seguridad de sus datos (53%) y la seguridad del pago (52%).
Por ello, tal vez, es que hay categorías de servicios que no han sido beneficiadas del comercio social, donde los usuarios se muestran más reticentes para comprar vía una plataforma social, como los servicios de salud, viajes y turismo, y joyas y bisutería.
“Si bien los mexicanos ya están explorando el Social Commerce, por el tipo y montos de compras que hoy realizan se intuye cierto escepticismo aún en el canal. Creo que un rol clave en este camino de ganar la confianza del usuario lo juega la oferta de métodos de pago conocidos, confiables y preferidos de los usuarios; al menos esa fue la experiencia con el e-commerce, y eventos como el Buen Fin son las oportunidades ideales para demostrar a los clientes que pueden confiar en estas nuevas tendencias de compra. Los otros miedos se irán diluyendo poco a poco con la propia experiencia en el canal”, concluyó Eric Rosenthal, vicepresidente de Rapyd para América.