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Innovación en la industria financiera hacia 2030
Las expectativas del sector para la próxima década se centran en la adopción de nuevos modelos y tecnologías, que ya están presentes en la actualidad.
La transformación digital ha revolucionado múltiples sectores, con un impacto particular en la industria financiera donde las fintechs han cambiado la forma en que se brindan servicios y se operan productos. Estos cambios han impulsado la competencia con los bancos tradicionales, acelerando la evolución del sector y anticipando un progreso continuo en la próxima década.
De acuerdo con el informe de Boston Consulting Group (BCG) y QED Investors, la tecnología financiera experimentará un aumento en sus ingresos, pasando de USD $245 mil millones a USD $1,5 billones para 2030. En la Agenda Fintech rumbo a 2025 de Finnovista, se destaca que los inversores continuarán apoyando a Latinoamérica, canalizando el 75 % del capital de riesgo hacia soluciones como: préstamos (lending), pagos (payments) y bancos digitales. Por parte de los gobiernos en la región, las regulaciones son uno de los objetivos principales a corto y largo plazo para establecer estándares y fortalecer la seguridad en la industria.
Además, las expectativas de innovación en transacciones globales y la inclusión de nuevos sectores económicos podrían coincidir con la creciente integración de medios de pago en dispositivos, mejorando la seguridad y la experiencia del usuario, así como pagos personalizados, seguridad y criptomonedas.
“Para 2030, proyectamos que las perspectivas basadas en datos y analíticas avanzadas van a propiciar experiencias hiperpersonalizadas, recomendaciones de productos a medida y un manejo de riesgo mejorado. Confiar en el manejo de inteligencia artificial (IA) servirá como base para extraer valor de los distintos tipos de datos utilizados para decisiones financieras para personas y empresas de todos los tamaños”, comenta José Luis Vargas, vicepresidente ejecutivo para Latinoamérica de Provenir, compañía de software de toma de decisiones.
Para Mambu, plataforma de core bancario 100% digital nativa en la nube, las instituciones tradicionales se enfrentan a la limitación de sistemas anticuados y lentos, que les impiden responder con agilidad y eficiencia a las demandas del mercado. En ese sentido, la banca del futuro se centrará en impulsar servicios omnipresentes y experiencias del cliente únicas, apoyadas por la arquitectura por componentes.
“Las tecnologías de nueva generación basadas en la nube hacen que la innovación en los servicios financieros sea más accesible, intuitiva y ligera en recursos, lo que permite a los bancos llevar a sus marcas y servicios a un nuevo nivel, volviéndose incluso más competitivos y verdaderamente centrados en las necesidades del cliente y eso es algo que ciertamente veremos en la banca del 2030”, comenta Paula Neira, directora de Mercados de Mambu para Latinoamérica.
También Paymentology, compañía emisora-procesadora de tarjetas y pagos, destaca la importancia de la nube para la industria financiera por sus beneficios en términos de flexibilidad, eficiencia, seguridad, costos y mejora del servicio al cliente. “Con ayuda de la infraestructura en la nube se puede ayudar a las empresas, al proporcionarles acceso a los datos y los sistemas en tiempo real, a resolver problemas más rápidamente y proporcionar una mejor experiencia al cliente”, explica Alejandro del Río, director regional Latam de la empresa.
Los usuarios están demandando cada vez más experiencias personalizadas, lo que también se aplica a los pagos. Más allá de las tarjetas tradicionales, los medios de pago han trascendido hacia celulares, relojes y otros dispositivos portátiles, que se están integrando poco a poco a la cotidianidad de las personas de cara a 2030. También las criptomonedas “se están volviendo cada vez más populares, y se espera que desempeñen un papel más importante en el futuro de los pagos”, agrega del Río. Este escenario requerirá mejorar la ciberseguridad.
La innovación debe asegurarse
David López Agudelo, vicepresidente de ventas para Latinoamérica en Appgate, compañía de acceso seguro, explica que “la adopción de nuevas herramientas tecnológicas y modelos financieros como Open Finance y Bank-as-a-Service lleva a que los ciberdelincuentes aprovechen cualquier vulnerabilidad en los sistemas para realizar sus ataques. La mejor manera de afrontar estos riesgos es adoptar e invertir en capacidades que, bajo los principios de zero trust, permitan desarrollar estrategias de protección digital, buscando mejorar la experiencia de usuario y potenciar el crecimiento del negocio con alta eficiencia operativa”.
La perspectiva de Fluid Attacks, compañía especializada en realizar pruebas de seguridad integrales, también indica que, de cara a la próxima década, los cibercriminales continuarán mejorando sus tácticas. La automatización y la IA simplifican la detección de vulnerabilidades, pero las pruebas manuales de penetración seguirán siendo vitales para abordar problemas complejos de ciberseguridad.
“El sector bancario da prioridad a la ciberseguridad debido a que almacena y maneja recursos de alto valor para sus usuarios y necesita garantizarles la disponibilidad constante de sus servicios. Las regulaciones para este sector aún están limitadas, pero, como respuesta a las crecientes amenazas, seguirán siendo fortalecidas”, dice Felipe Gómez, director regional de Fluid Attacks.
Las organizaciones financieras son uno de los objetivos preferidos por los ciberdelincuentes en México y América Latina, y a pesar de la madurez en ciberseguridad y regulación de la industria, los adversarios cambiarán su enfoque hacia el compromiso de terceros o proveedores tecnológicos asociados, afirma la empresa de ciberseguridad Lumu Technologies. “Los equipos de ciberdefensa de las entidades financieras deberán tener visibilidad y certeza de que su infraestructura se comporta como debería, y aprovechar el talento humano en la cacería efectiva de amenazas y no en la revisión manual de cientos de alertas al día”, subraya Germán Patiño, vicepresidente de Ventas de Lumu Technologies para Latinoamérica.
La implementación actual de conceptos e innovaciones en el sistema financiero anticipa su mayor relevancia en diversas actividades económicas futuras. Tanto entidades bancarias como no bancarias están tomando medidas desde ahora para enfrentar el futuro, adaptándose a las cambiantes expectativas de los consumidores, la creciente influencia de tecnologías emergentes y la diversidad de opciones en modelos de negocios.