Empresas argentinas migran a licencias y proveedores en moneda local
La medida ha sido tomada por las trabas que existen actualmente hacia el dólar por el control cambiario, que dificulta la adquisición de licencias en moneda extranjera.
En un contexto argentino marcado por las inminentes elecciones presidenciales, profundas crisis económicas, las fluctuaciones del valor del dólar y los controles monetarios, las consecuencias también se hacen sentir en los sectores tecnológicos, concretamente, por las crecientes restricciones para renovar licencias de software en el país. Ante esa situación, muchas empresas locales se ven obligadas a buscar soluciones alternativas para mantener sus sistemas actualizados y operativos y ser competitivas.
Entre las restricciones más significativas se encuentra el control cambiario, que dificulta la adquisición de licencias en moneda extranjera, generando un aumento en los costos finales del servicio.
De acuerdo con Patricio Pescio, CEO de Quilsoft, empresa especializada en transformación digital, si bien la situación viene complicándose en los últimos años, este año empeoró principalmente porque las empresas que son importadoras quieren reservar los cupos de importación de dólares para las Siras (el procedimiento electrónico elaborado por el gobierno local para gestionar importaciones). “De esta manera, todo lo que tiene que ver con pago de servicios al exterior tecnológicos o pago y licenciamiento lo están dejando de lado, entonces está atentando contra su transformación digital”, aclara.
Las implicaciones económicas de estas limitaciones son notables, ya que impactan negativamente en los márgenes de beneficio y la competitividad de las empresas en el mercado local y extranjero. Ante esta problemática, surge la pregunta: ¿qué alternativas tienen las empresas argentinas para mantener sus sistemas actualizados en pesos?
“La respuesta no es sencilla, este es un problema que se viene arrastrando hace meses. Sin embargo, creemos que la respuesta se encuentra en la implementación de soluciones de transformación digital en moneda local. Estas soluciones ofrecen una opción rentable para reducir los costos de licencia y mantenimiento de software, abarcando necesidades empresariales diversas como CRM, comercio electrónico, contabilidad e inventario”, aclara el ejecutivo.
Asimismo, otras alternativas propuestas desde las distintas entidades encargadas del sector se encuentran limitadas por trabas burocráticas y legales. Es decir, si bien se plantea que el uso de tarjetas de crédito extranjeras es viable, esto solo alcanza para montos pequeños, dejando a las empresas con pagos significativos en una posición complicada.
“El problema es que, en las tarjetas de crédito, generalmente, las empresas no tienen tanto cupo porque prefieren hacer acuerdos financieros con sus bancos para gestión de cartera de cheques, descubierto o préstamo. Además, el tema es que las licencias no valen 500 dólares, 2.000 o 3.000 dólares; a veces valen 50 mil dólares, 150 mil dólares o 300 mil dólares y normalmente las empresas no tienen cupo para un pago de 300 mil dólares con tarjeta, entonces no les queda otra que transferir”, comenta Pescio.
Adicionalmente, adquirir el instrumento monetario denominado “Contado Con Liquidación (CCL)” es una opción, pero implica restricciones temporales desde 90 hasta 180 días en el acceso al mercado de cambios.
El impacto en la competitividad
Esta situación no solo afecta la economía local, sino que también tiene un impacto directo en la competitividad de las empresas argentinas en el mercado internacional. “Las empresas que no pueden acceder a software de vanguardia pueden experimentar una menor eficiencia operativa en comparación con sus competidores internacionales que utilizan herramientas tecnológicas más avanzadas. Esto puede resultar en costos más altos y tiempos de producción más largos. De igual manera sucede con la capacidad de innovar y adaptarse rápidamente a las cambiantes demandas del mercado. Las restricciones actuales para acceder a estos servicios limitan la capacidad de mantenerse al día con las tendencias globales”, subrayan desde Quilsoft.
Actualmente, empresas líderes en el sector, como Microsoft, han limitado aún más las licencias debido a la falta de perspectivas de mejora en la situación económica argentina. Esto agrega una presión adicional sobre las empresas locales que dependen de tecnología extranjera.
Si bien el escenario no es prometedor, existen expectativas de que esta situación pueda mejorar en el futuro. “Las soluciones de transformación digital en pesos se presentan como una opción viable, y se espera que las autoridades aborden esta problemática de manera efectiva para garantizar la subsistencia económica de las empresas tecnológicas en Argentina. En tiempos de cambios constantes, la adaptación y la innovación se convierten en claves para el éxito, y las empresas argentinas buscan las soluciones adecuadas para mantenerse en la vanguardia tecnológica a pesar de las adversidades”, puntualiza el ejecutivo.
Él agrega que en Quilsoft apuntan a captar clientes donde la incorporación de tecnología les permite optimizar procesos comerciales, de logística, mejorar o digitalizar un proceso de compra, de finanzas o contables.
“Si las herramientas tecnológicas son licenciadas en el exterior, las empresas están buscando compañías locales que puedan licenciarlas acá o de alguna manera que el proveedor local se pueda encargar de la triangulación de pago al exterior, cediendo en el otro ese derecho de importar licencias que no pueden hacer por las Siras”, resalta Pescia.
Además, agrega un último motivo por el cual inclinarse a los proveedores locales, relacionado con el financiamiento, que puede estar dado por dos caminos: el primero es bancario, es decir, préstamos para adquisición de bienes de uso como software, o algunos créditos que sean específicos para la adquisición de soluciones tecnológicas o de transformación digital donde piden que el proveedor sea local.
La otra fuente de financiamiento es el propio gobierno, que da bonos de crédito fiscal para aplicar a impuestos nacionales como el impuesto IVA, carga sociales o ganancias cuando se presentan proyectos de transformación digital ante el Ministerio de Producción que, aclara, también deben tener un proveedor local.