iaremenko - stock.adobe.com
Desafíos para la implementación de 5G en Perú
En el primer trimestre del 2014, en Perú existían 914 antenas para la tecnología 5G en cuatro regiones, y solo 2% de usuarios utilizaban dicha tecnología. Según el director de DN Consultores, para avanzar en su implementación hace falta asignar más espectro, simplificar la regulación e incrementar las opciones de pago con obras para las obligaciones financieras.
Las conexiones 5G están en un camino ascendente imparable. A nivel global, según un informe de la asociación GSMA, alcanzaron casi 2.000 millones de conexiones en el primer trimestre de 2024, con 185 millones de nuevas adiciones. Con 5G, los operadores de telecomunicaciones podrán acceder a un mercado de más de US $400 mil millones en el ámbito empresarial, lo que representa el 35 % de los ingresos actuales de los operadores móviles a nivel global.
América Latina no es ajena a esta tendencia, aunque va un poco rezagada. En el primer trimestre de este año, añadió ocho millones de conexiones 4G LTE, llegando a 591 millones, y 29 operadores en 10 países ya habían lanzado servicios comerciales de 5G. Aun cuando solo el 5 % de las conexiones de la región eran 5G a fines del 2023, se calcula que serán 14 % en 2025 y llegarán al 55 % para 2030. Perú tiene aún un mayor retraso, pues solo tenía 2 % de seervicios 5G en 2023 y las proyecciones de GSMA Intelligence pronostican que lleguen al 48 % para 2030.
Durante primer trimestre del 2014, existían 914 antenas para la tecnología 5G en 12 provincias de cuatro regiones de la costa peruana, lo cual es muy poco. ¿Qué falta para ampliar la oferta y el uso de esta tecnología en el Perú? Para empezar, más espectro radioeléctrico donde circule la señal. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), la mayoría de los operadores usan los recursos de 4G para los servicios 5G, justamente porque no tienen suficiente espectro. América Latina está 30 % por debajo del nivel de asignación de los países de la Unión Europea en bandas bajas, y 50 % por debajo en bandas medias. Esta falta de espectro eleva el monto de inversión necesario porque se requiere montar más antenas, han advertido los analistas de GSMA.
En Perú, se está en proceso de reordenamiento de la banda de 3,5 GHz desde el año pasado. A inicios de este año, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) envió a ProInversión, entidad encargada de las licitaciones, informes de evaluación de los Proyectos “Banda de Frecuencias 3,5 GHz” y “Banda de Frecuencias 26 GHz”, con el fin de concursarlas. Sin embargo, en agosto pasado, el MTC estableció una nueva manera de acceder al recurso.
La forma tradicional es a través de un concurso público, donde los postores presentan sus propuestas y gana la mejor oferta económica o con mayor impacto social. Ahora, el MTC podrá otorgar concesiones de espectro radioeléctrico para 5G a través de un mecanismo de asignación directa a solicitud de las empresas, es decir, sin concurso. Se pedirá a los interesados el cumplimiento de compromisos obligatorios de inversión para desplegar infraestructura en zonas rurales desconectadas, pero no habrá competencia para ver quién ofrece la mejor alternativa.
Además del espectro, se necesita que los operadores inviertan en montar la infraestructura que transmite la señal y que los usuarios –empresas o personas– tengan dispositivos y aplicaciones para sacarle provecho. Carlos Huamán, director de DN Consultores, explicó los retos que enfrentan los operadores para poder invertir.
“Aún existen alrededor de cuatro millones de peruanos que residen en centros poblados sin cobertura de señal, y un total de siete millones de peruanos que no contratan los servicios. Frente a esta situación, que podemos denominar la agenda pendiente 4G, debemos agregarle la agenda emergente 5G. La agenda pendiente 4G se concentra en zonas geográficas cada vez más remotas, de geografía más compleja, donde la densidad demográfica es baja y el ingreso familiar es también reducido. Es decir, un escenario de mercado poco propicio para la sostenibilidad de las inversiones, lo cual ha significado un esfuerzo por innovar en los modelos de negocio y el surgimiento de los OMR (operador móvil rural), que ya representan un tercio del total de antenas 4G”, dijo.
Para 5G, Huamán indicó que “la disrupción que vamos a vivir con las tecnologías 5G, respecto a las tecnologías precedentes 4G, va a ser mayor que lo que tuvimos hace una década, cuando vivimos la evolución desde 3G hasta el 4G. Por ejemplo, mientras que hace 10 años las velocidades crecieron en el orden de hasta unas 10 veces, en la actualidad, el salto del 4G al 5G será un crecimiento de 20, 30, 40 o más veces. Por eso, el nivel de inversiones crecerá en un orden de magnitud proporcionalmente mayor”.
¿Están listos los operadores para realizar dicho mayor gasto?
El director de DN Consultores señaló que, durante la última década (entre 2014 y 2023), “el nivel de ingresos del sector telecomunicaciones en el país ha tenido un ritmo de crecimiento promedio anual de 2 %; pero, si excluimos la venta de equipos, es 1 %. Si nos enfocamos de manera específica en los operadores móviles, que también brindan servicios fijos, tenemos que el crecimiento ha sido de 0 %. Y si miramos los últimos cinco años (2019-2023), el margen operativo, lo que resulta de dividir la utilidad operativa entre los ingresos operativos de los operadores, ha fluctuado entre 0 y 7 %. Es decir, menos de un 10 %, con un promedio de 3 %, una cifra que resulta sumamente baja”.
Para comprender qué tan baja es esta cantidad, el analista comentó que, si se observa a los operadores de telecomunicaciones en América Latina, el promedio típico se ubica alrededor del 15 %. “Si miramos un poco más allá, los operadores globales están en 20 %. Y si nos vamos un poco más allá, fuera del ámbito de las telecomunicaciones, si pensamos en plataformas tecnológicas, están por encima del 30 %. Entonces, el mercado peruano, con 3 %, enfrenta un requerimiento de inversiones sin precedentes, pero con un nivel de ingresos estancado y un nivel de márgenes operativos deprimido. Es decir, aquellas fuentes de financiamiento para las inversiones no están calzando con lo que estas inversiones exigen”, declaró.
Carlos Huamán dijo que los precios han bajado hasta llegar a un 25 % gracias a la intensidad competitiva. “El gasto por usuario (Arpu) está más o menos estancado, o sea estable, pero tienes un crecimiento altísimo en el consumo del tráfico. Estamos consumiendo más datos, pero elegimos el precio más bajo porque prima la ley de oferta y la demanda. Entonces, desde el mismo operador no se puede hacer mucho. Si el mercado exige precios más bajos no puedo decirle al usuario ‘paga más’. Los operadores se las están ingeniando para ver qué capas de servicio implementar por encima de la conectividad. Por ejemplo, los contenidos audiovisuales son una alternativa, las apps de video streaming”, apuntó.
En términos financieros, esto significa la caída en los ingresos que antes se tenían por voz, y el crecimiento por el consumo de datos. “No pensemos solo en dar acceso a internet, sino en el ecosistema de servicios digitales, o sea, lo que te añade valor a la red 4G o 5G. Hay que encontrar ahí nuevas capas de negocios, la piedra filosofal. Para el corporativo tienes la nube, servicios de ciberseguridad, muy pronto inteligencia artificial y todo eso. Pero, en la práctica, aún no tienen una solución de alta rentabilidad. Eso se traduce en el margen cero que dificulta la inversión”, remarcó Huamán.
Facilitar el despliegue de 5G desde el gobierno
El ejecutivo destacó que el impulso de los servicios 5G también se puede fortalecer desde el lado público. “Por el lado de la política pública, en el panorama hay varias alternativas. Tomen como inspiración el pago del canon con conectividad [el operador lleva directamente la señal a zonas rurales] a otros impuestos u obligaciones económicas, como el fondo de acceso universal o las multas del regulador. Otro asunto es trabajar en la simplificación regulatoria, porque estamos en un mercado hipercompetitivo. Y estudiar las alternativas de fair share o competencia justa, que ya se empezaron a estudiar. Las plataformas tecnológicas han de contribuir de alguna forma justa con el operador en el despliegue de infraestructura 5G, porque ellos se benefician con su existencia. Es un debate internacional que ya se inició y no podemos ignorar”, finalizó.