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Cibercrimen podría hacer desaparecer a 60% de MiPyMEs en México

El aumento del cibercrimen podría provocar la desaparición de tres de cada cinco micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) mexicanas entre 2024 y 2030, advierte análisis de la unidad de investigación de SILIKN.

El cibercrimen se refiere a toda actividad ilegal que se lleva a cabo mediante el uso de tecnologías informáticas. Abarca una variedad de delitos como ciberataques, robo de identidad, fraude en línea y la propagación de malware, entre otros, que utilizan computadoras o redes como herramientas para su ejecución. Estos delitos incluyen tanto los que requieren de tecnología para perpetrarse, como aquellos que, aunque podrían ocurrir sin ella, se ven facilitados por su uso. 

El cibercrimen ha pasado a ser un factor adicional que empeora la situación de las MiPyMEs acelerando su extinción, pues su desaparición es un fenómeno preocupante que refleja los retos económicos y estructurales a los que se enfrentan en el país. La alta tasa de cierres, con un 83,5 % de las MiPyMEs que no superan los dos años de operación, pone de manifiesto la necesidad urgente de políticas efectivas y apoyo integral para asegurar su sostenibilidad y crecimiento. 

En México, la situación de las MiPyMEs es alarmante, especialmente tras los efectos de la pandemia. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre mayo de 2019 y mayo de 2023 se registraron 1,4 millones de cierres de MiPyMEs, lo que refleja un panorama muy desafiante para estos negocios. Durante la pandemia, se estima que aproximadamente 1,58 millones de MiPyMEs cesaron operaciones en 2021. 

La desaparición de las MiPyMEs en México tiene un impacto económico profundo, afectando tanto al empleo como al Producto Interno Bruto (PIB) del país, ya que generan alrededor del 52 % del PIB nacional. Su extinción conlleva una notable disminución en la producción económica, reduciendo los ingresos del gobierno y limitando los gastos públicos. Además, dado que las MiPyMEs son responsables del 72 % de los empleos en México, su cierre contribuye directamente al aumento del desempleo, lo cual, a su vez, eleva los niveles de informalidad laboral y subempleo. 

Las MiPyMEs en México enfrentan varios desafíos que contribuyen a su desaparición, incluyendo condiciones económicas adversas como la falta de acceso a financiamiento, la competencia desleal con empresas más grandes, la falta de capacitación y experiencia de los propietarios, así como las complicaciones administrativas y regulaciones excesivas. Además, los cambios en el comportamiento del consumidor también afectan negativamente a estas empresas al reducir la demanda de sus productos o servicios, especialmente en tiempos de crisis. 

En este contexto, el cibercrimen intensifica la crisis que enfrentan las pymes al sumar una nueva capa de incertidumbre y presión que acelera su desaparición. Es una amenaza grave que impacta su funcionamiento, reputación y estabilidad financiera de las siguientes formas: 

1. Frecuencia de ciberataques: Un alto porcentaje de MiPyMEs ha sido víctima de ciberataques. Según datos recientes, ocho de cada diez empresas en México han sufrido algún tipo de ataque cibernético. Esto incluye intentos de phishing y robo de identidad, que son los métodos más comunes utilizados por los ciberdelincuentes. 

2. Impacto económico:Los fraudes cibernéticos generan pérdidas millonarias para las MiPyMEs. Se estima que el costo anual por estos delitos oscila entre 25 mil y 35 mil millones de pesos. Las empresas que sufren ataques pueden enfrentar costos directos relacionados con la recuperación de datos, así como pérdidas por interrupciones en sus operaciones. 

3. Reputación y confianza del cliente: La seguridad cibernética es crucial para mantener la confianza de los clientes. Un ataque exitoso puede dañar la reputación de una empresa, lo que podría resultar en la pérdida de clientes actuales y potenciales. La percepción de inseguridad puede llevar a una disminución en las ventas y a un deterioro en las relaciones comerciales. 

4. Falta de conciencia y preparación: Muchas MiPyMEs no están adecuadamente preparadas para enfrentar amenazas cibernéticas. A pesar de que un porcentaje creciente reconoce la importancia de la ciberseguridad, existe un déficit en la implementación de medidas adecuadas y en la capacitación del personal para prevenir ataques. La falta de recursos y conocimientos técnicos limita su capacidad para protegerse eficazmente. 

5. Recursos limitados: Las MiPyMEs suelen tener menos recursos financieros y humanos para invertir en tecnología de seguridad adecuada. Esto las hace más vulnerables a los ataques, ya que no pueden implementar soluciones robustas ni contar con personal especializado en ciberseguridad. 

El impacto del cibercrimen en las MiPyMEs en México es considerable, afectando no solo su estabilidad financiera sino también su reputación y capacidad para operar eficientemente. Es fundamental que estas empresas reconozcan la importancia de la ciberseguridad y busquen implementar estrategias efectivas para protegerse contra las amenazas cibernéticas. 

El cibercrimen representa una amenaza en expansión, cada vez más letal y frecuente, incluso más que el mismo COVID-19, lo que hace urgente la creación de medidas que protejan adecuadamente a las MiPyMEs. 

Sobre el autor: Víctor Ruiz es fundador de SILIKN y es instructor certificado en Ciberseguridad (CSCT). Además, cuenta con las siguientes credenciales y certificados: (ISC)² Certified in Cybersecurity (CC), EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) Certified, EC-Council Certified Cybersecurity Technician (CCT), Ethical Hacking Certified Associate (EHCA) y Cisco Ethical Hacker. Es líder del Capítulo Querétaro de la Fundación OWASP. 

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