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25 millones de mujeres podrían sumarse a la fuerza laboral para 2030
La economía remota habilita soluciones digitales para el trabajo, entretenimiento o educación. De acuerdo con un estudio de DocuSign y Economist Impact, el trabajo remoto, los horarios flexibles y la digitalización han contribuido a diversificar la fuerza de trabajo.
Si bien, las mujeres han logrado avances significativos en su lucha por la equidad laboral, en el marco del Día Internacional de la Mujer es importante reflexionar sobre lo que aún queda por hacer y las acciones que instituciones gubernamentales, organismos sociales e iniciativa privada pueden realizar para mejorar las condiciones de empleo.
Precisamente en lo que se refiere a la creación de oportunidades laborales, la digitalización se perfila como un factor determinante ya que, a través de una conexión a internet, grupos demográficos subrepresentados se integrarían a la fuerza laboral sin necesidad de trasladarse a un lugar de trabajo fijo, facilitando el acceso a oportunidades laborales para amas de casa, personas con discapacidad, mujeres en comunidades de difícil acceso, personas la tercera edad, o padres de familia, por ejemplo.
De acuerdo con el estudio “Liberar el potencial de la economía remota”, elaborado por Economist Impact en colaboración con DocuSign, 60% de los ejecutivos encuestados afirma haber contratado trabajadores en otras ubicaciones gracias a la posibilidad de trabajar a distancia.
En el caso específico de la integración femenina, cabe resaltar que en los últimos años las empresas han implementado diversas iniciativas para incrementar el número de colaboradoras a su interior, pero aún queda mucho por hacer, considerando que las mujeres ocupan sólo cerca del 13% de altos cargos en México, una cifra que llegaría sólo a 20% para 2050, según estimaciones de McKinsey.
Para contrarrestar esta tendencia, un factor importante a considerar sería la llamada economía remota, que se refiere a todas aquellas actividades económicas que habilitan las soluciones digitales, ya sean para trabajo, entretenimiento o educación. De acuerdo con el estudio de Economist Impact y DocuSign, las oportunidades laborales digitales añadirían 25 millones de mujeres y 10 millones de personas mayores de 65 años a la fuerza laboral económicamente activa para 2030.
Por su parte, las empresas también se verían beneficiadas con la digitalización y el trabajo remoto, al contar con todo un nuevo y vasto panorama de candidatos para sus vacantes disponibles. Y así lo reflejan 77% de los ejecutivos encuestados, quienes afirman que la economía remota tuvo un impacto positivo en su capacidad para contratar en un grupo de candidatos más amplio.
Datos a destacar:
- 81% consideran que la tecnología es un igualador social, pues mejora la conectividad, la inclusión financiera y el acceso a bienes y servicios
- Casi dos tercios de los ejecutivos que participaron en el estudio, aseguraron que la adopción del trabajo remoto y el aumento de la digitalización han contribuido a diversificar la fuerza de trabajo
- 75% coinciden en que los horarios de trabajo flexibles volvieron más diversa y equitativa a su plantilla de colaboradores
- 89.4% de los encuestados destacan que la flexibilidad para trabajar en cualquier lugar y momento, ha mejorado la salud y bienestar de los colaboradores
- 78% opinan que genera igualdad en el acceso a las oportunidades de promoción profesional
- 84% de los encuestados coinciden en que el aumento del trabajo a distancia ha permitido a las empresas avanzar más hacia sus objetivos de emisión cero
El estudio también muestra que los consumidores actuales son mucho más informados y les exigen a las empresas una mayor responsabilidad social, considerando iniciativas ecológicas, así como de diversidad e inclusión entre sus colaboradores. En este sentido, la economía remota y la integración de las mujeres a su fuerza laboral le ayudarían a las organizaciones a alcanzar sus objetivos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).