Sikov - stock.adobe.com
Consideraciones para migrar de Windows 7 a Windows 10
No es muy difícil actualizar de Windows 7 a Windows 10: solo se necesita un poco de planificación y pruebas para asegurarse de que todo salga bien.
El soporte general para Windows 7 ha terminado, y aunque el soporte extendido aún está disponible este año, es hora de comenzar a pensar en una migración de Windows 10. La clave para una actualización exitosa es la planificación exhaustiva y la realización de algunas actualizaciones de prueba para asegurarse de que su plan funcione según lo previsto.
Las organizaciones que actualmente ejecutan Windows 7 pueden estar inclinadas a descartar la idea de migrar a Windows 10, citando la filosofía "si no está roto, no lo arregles", pero Windows 10 es más que una simple actualización del sistema operativo. Microsoft dice que es el último sistema operativo de escritorio, y que será la plataforma estándar para PC de escritorio en el futuro. Aun así, hay una serie de consideraciones que los departamentos de TI deben tener en cuenta antes de comenzar una migración de Windows 7 a Windows 10.
Consideraciones de migración de Windows 10
Lo primero que las áreas de TI deben tener en cuenta al actualizar de Windows 7 a Windows 10 es el costo de la licencia, además de que algunos sistemas operativos no son elegibles. Por ejemplo, Windows 7 Enterprise, Windows 8/8.1 Enterprise y Windows RT/RT 8.1 no soportan la migración.
Además, la edición de Windows 7 que está actualizando controla la edición de Windows 10 que recibe. Windows 7 Starter, Windows 7 Home Basic y Windows 7 Home Premium se actualizan a Windows 10 Home Edition; las actualizaciones de Windows 7 Professional a Windows 10 Professional; y las actualizaciones de Windows 7 Ultimate a Windows 10 Ultimate.
Los departamentos de sistemas también deben asegurarse de que sus parches estén actualizados antes de pasar a Windows 10. En tanto su organización aplique los parches que Microsoft pone a disposición, la migración de Windows 10 no debería causarle demasiados problemas. Sus equipos de escritorio deben ejecutar Windows 7 Service Pack 1 y deben tener la aplicación Obtener Windows 10, que se instala a través de Windows Update. Pero la aplicación Get Windows 10 solo es necesaria si planea usar Windows Update para hacer la transición de Windows 7 a Windows 10. Si en cambio planea usar un archivo de imagen para implementar Windows 10, entonces la aplicación Get Windows 10 obviamente no es requerida.
Otra cosa a considerar es el hardware de escritorio. Cada vez que realice una actualización del sistema operativo de escritorio, existe la posibilidad de que también deba actualizar parte del hardware. En la mayoría de los casos, un escritorio que pueda ejecutar Windows 7 cómodamente probablemente también pueda ejecutar Windows 10 sin ningún problema. Aun así, es importante realizar un inventario de hardware de escritorio y compararlo con los requisitos oficiales de hardware para Windows 10. Esos requisitos incluyen:
- Un procesador de 1 GHz o más rápido
- 1 GB de RAM para la versión de 32 bits o 2 GB de RAM para la versión de 64 bits
- 16 GB o almacenamiento para la versión de 32 bits o 20 GB de almacenamiento para la versión de 64 bits
- Una tarjeta gráfica con DirectX 9 o posterior con un controlador WDDM 1.0
- Resolución de pantalla de 1024 x 600 o superior
Tengan en cuenta que estos son los requisitos mínimos. Para proporcionar a los usuarios una buena experiencia, es probable que los escritorios requieran más almacenamiento, más RAM, una resolución de pantalla más alta y posiblemente una CPU más rápida. También hay requisitos de hardware adicionales para usar algunas funciones. Por ejemplo, Windows Hello requiere una cámara especial. Del mismo modo, los comandos de voz de Cortana no funcionarán sin un micrófono.
No cometan estos errores de aplicación
Quizás el paso más importante para prepararse para una migración de Windows 10 implica compilar un inventario de aplicaciones y luego verificar que esas aplicaciones funcionan correctamente con Windows 10. Hay dos errores especialmente comunes que a menudo se cometen durante este proceso.
El primero implica descuidar la verificación de que la aplicación sobrevivirá al proceso de actualización. Una cosa es que una aplicación sea compatible con Windows 10, pero es otra muy distinta que la aplicación se ejecute en Windows 7 y luego de repente esté en Windows 10. La mayoría de las aplicaciones que funcionan con Windows 7 parecen ser capaces de manejar la actualización a Windows 10, pero hay excepciones.
El otro error común que ocurre a menudo cuando las áreas de TI evalúan las aplicaciones es descuidar probar las aplicaciones de infraestructura. Por ejemplo, si los equipos de escritorio ejecutan una aplicación de antivirus más antigua, ese software antivirus puede no funcionar con Windows 10.